Ascienden a doce las víctimas del osteópata de Burgos durante tres años de presuntos abusos

A algunas las conoció a través de sesiones grupales de yoga, otras acudieron directamente a su «consulta» de osteopatía para ser tratadas de sus dolencias, ante las que ofrecía terapias corporales, quiromasaje y masajes «personalizados», pero su método acabó convirtiéndose en tocamientos y abusos sexuales carnales, según han denunciado ya hasta doce clientas de este fraudulento profesional, que ni siquiera tenía título para las terapias que ofrecía desde su domicilio en Villarcayo (Burgos). El número de víctimas ha aumentado en siete desde verano, en el marco de una operación aún abierta contra este individuo, que se encuentra en prisión provisional , y que podría haber estado tres años realizando estas prácticas.

La primera denuncia llegó en febrero. Una de sus clientas aseguró haber sufrido tocamientos íntimos sin su consentimiento en una consulta particular durante los masajes con los que supuestamente paliaría determinadas dolencias que padecía la mujer. En junio, la Guardia Civil había identificado a otras cuatro presuntas víctimas . En ese momento, los investigadores asumieron que según avanzara su trabajo se identificaría a más ya fuera en el marco de las conversaciones con ellas como posibles testigos o porque se han lanzaran a dar un paso que por miedo o desconocimiento no hubieran dado antes.

En el marco de la investigación se registró el consultorio/domicilio del osteópata y se intervino valiosa documentación para culminar con su detención y posterior ingreso en prisión preventiva y sin fianza, situación en la que continúa actualmente.

La investigación, que aún continúa, ha aclarado la oferta profesional del masajista, centrada en su consultorio y como instructor de talleres de yoga en múltiples municipios del norte burgalés y de la comarca de Campóo-Los Valles en Cantabria, donde recababa a potenciales pacientes para desarrollar técnicas más privadas. Algunos hechos se remontan a finales de 2016, y se repiten en 2017, 2018 y 2019 . Todas aseguran haber padecido abusos sexuales por tocamientos íntimos, de similar naturaleza, sin su consentimiento. Dos de estas mujeres relatan episodios de acceso carnal durante las sesiones, han informado desde la Guardia Civil en un comunicado.

Si la edad de las primeras denunciantes residentes en Barcelona, Vizcaya y Burgos variaba entre los 46 y los 59 años, ahora se amplía el ratio y oscila entre los 31 y 63 , y proceden de Castellón, Soria y de nuevo Vizcaya.

El análisis de la documentación intervenida al detenido ha determinado que, aunque podría realizar lícitamente masajes relajantes –acredita mediante certificados haber realizado cursos de osteopatía-, por el contrario no puede ejercer la fisioterapia, al carecer de titulación oficial.

Por este motivo se le imputa un delito de intrusismo profesional , al anunciarse como «especialista en terapias corporales, quiromasaje y masajes terapéuticos» y ofrecerse a aliviar con masajes y otras técnicas manuales el padecimiento del paciente ante determinadas dolencias o problemas de salud.