Arrimadas y Mañueco consideran que el pacto PP-Cs es «sólido y fuerte» y llegará al final de la legislatura
Piden a Sánchez que las vacunas sean «la prioridad nacional» y haya más agilidad y certidumbre
Ni una fisura que pueda dejar entrever el más nimio desacuerdo o que entre en contradicción con las políticas de sus respectivas direcciones nacionales. Todo «paz y bien», al más puro estilo franciscano, en el encuentro que ayer mantuvieron en la sede del Gobierno autonómico, en Valladolid, el presidente de la Junta (también del PP en la Comunidad), Alfonso Fernández Mañueco, y la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas. Una reunión que estaba prevista para el pasado mes de marzo, antes de que las mociones de censura de Murcia, primero, y de Castilla y León, después, revolvieran hasta el extremo la política castellano y leonesa y pusiera en duda la estabilidad del acuerdo entre populares y Cs.
Pasado el trance y tras la estrepitosa derrota de la moción de censura del PSOE -con el añadido del abandono de la formación naranja de una de sus procuradoras, María Montero- quedaba pendiente volver a escenificar que el pacto de Gobierno entre las dos formaciones políticas en Castilla y León está entero, por si a alguien le cabía aún alguna duda. Y así lo hicieron durante la mañana de ayer sus dos protagonistas, Mañueco y Arrimadas, que clamaron al unísono que «el pacto está más vivo que nunca», en un guión del que no se salieron ni un ápice . Los dos políticos derrocharon alabanzas hacia el acuerdo, firmado en el verano de 2019, al que calificaron de «útil, eficaz para los ciudadanos y en pleno vigor». En este sentido, el jefe del Ejecutivo castellano y leonés insistió en que el compromiso de las dos formaciones políticas es «agotar la legislatura para garantizar la estabilidad e impulsar la transformación y modernización de la Comunidad».
En la misma línea, Inés Arrimadas defendió que el Gobierno regional, bajo las siglas PP-Cs, «funciona, es leal entre los socios y con los ciudadanos, es sólido y se caracteriza por la buena gestión». «Una de las claves es que se hace desde la centralidad y está alejado de extremismos», insistió. La presidenta de la formación naranja felicitó a sus consejeros y cargos «por asumir un reto muy difícil», aplauso en el que incluyó expresamente al vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, su contrincante en las primarias del partido, con el que durante el proceso no mantuvo tan buen «feeling» pero del que ahora destacó su «peso político» y su labor para hacer «uno de los gobiernos más transparentes de España».
Tampoco fue especialmente dura con la ex procuradora de Cs, María Montero, con la que reconoció no haber hablado tras el anuncio de abandonar el Grupo parlamentario. Eso sí, le recordó que al presentarse a las elecciones por la formación naranja firmó un documento por el que se comprometía a devolver el acta si dejaba el partido, cosa que no ha hecho.
Pero al margen de polémicas internas, los dos dirigentes se mantuvieron firmes en que el pacto se mantendrá en los mismos términos en los que se rubricó, sin que vean necesario ratificarlo con una nueva firma, cambiar algunos de sus términos o, incluso, alterar la composición actual del gobierno para dar cabida a otros representantes de Ciudadanos.
Ambos se felicitaron por la gestión del Ejecutivo e, incluso, Arrimadas ensalzó el presupuesto autonómico de 2021 por su elevado gasto social (más del 80 por ciento), así como la política impositiva de la Junta y, en especial, la eliminación del impuesto de sucesiones que será una realidad a corto plazo. Durante el encuentro, coincidieron en la necesidad de pedir al Gobierno de Pedro Sánchez un reparto objetivo de los fondos europeos para inversiones productivas, el impulso de las infraestructuras, en especial del Corredor Atlántico, y, sobre todo, que dé prioridad a la vacunación, con una mayor agilidad, certidumbre y más apoyo a las comunidades.
La presidenta de Cs defendió a capa y espada la política de pactos de su formación. «Somos un partido de centro, liberal y progresista y seguiremos en esa senda» y así justificó que, por ejemplo, en Burgos sea el PSOE el elegido para gobernar en el Ayuntamiento. Tanto ella como Mañueco eludieron valorar las declaraciones del presidente nacional del PP, Pablo Casado, en las que señaló que el multipartidismo «es lo peor que le ha pasado a España», aunque Arrimadas contestó que lo peor «es la corrupción, el paro y la concesión a los nacionalismos».
Tras el encuentro en la sede de la Junta, Arrimadas se reunió con el presidente de las Cortes, Luis Fuentes, primero, y con Francisco Igea y el Grupo Parlamentario, después. A sus procuradores les reconoció «la gran labor, valentía y aguante» ante un PSOE que «incitó al transfuguismo» para apoyar la moción de censura. Además, les animó a «seguir adelante» en un trabajo centrado en superar la pandemia y en la recuperación, según dijo a Ical el portavoz del grupo David Castaño. Ya por la tarde se trasladó a Palencia donde la cita fue con el alcalde de la capital, Mario Simón (Cs) que gobierna gracias al pacto suscrito con el PP y Vox.
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