Ignacio Miranda - Por mi vereda
Arcanos sin explicar
«El probable aumento de 5.000 desempleados posee connotaciones legendarias, como los Cien Mil Hijos de San Luis, los Últimos de Filipinas o los Siete Niños de Écija»
Vamos de sobresalto en sobresalto con el alma en vilo. Ha venido Iker Jiménez a grabar un reportaje de «Cuarto Milenio» sobre los fenómenos extraños que, a decir de algunos testigos, suceden en el palacio Conde Luna de León cuando, de repente, nos enteramos de otro misterio morrocotudo sin explicación aparente: la Encuesta de Población Activa del primer trimestre registra en Ávila 5.000 parados más , un dato -supone un incremento del 33 por ciento- que los agentes sociales ven entre imposible y catastrófico. O sobrenatural, porque dejando de lado el discutible rigor del muestreo que realiza el INE, esta provincia tiene, con diferencia, la mayor tasa de paro de Castilla y León.
De entrada, el probable aumento de 5.000 desempleados posee connotaciones legendarias, como los Cien Mil Hijos de San Luis, los Últimos de Filipinas o los Siete Niños de Écija, en este último caso sin la figura cruenta del «Tragabuches». Pero mientras no salga un estadístico, doctor en Ciencias Exactas o similar para desenmarañar el arcano, su fama va a crecer y acabará formando parte del acervo popular hispano de grandes misterios, léase las caras de Bélmez, las psicofonías del palacio de Linares o ciertos ruidos raros en el castillo del Buen Amor.
El periplo de lo inaccesible a la razón suma y sigue con otro hito destacado. Don Cándido Méndez Rodríguez , hombre de gustos sobrios y secretario general de la UGT durante más de dos décadas, tras una vida laboral ligada en exclusiva a la mamandurria sindical, ha recibido del dadivoso Gobierno en funciones la medalla de oro al mérito en el trabajo. De nuevo, reconforta comprobar la empatía de Rajoy , en su interinidad de camarlengo, con sus votantes y la opinión pública descontenta al otorgar el reconocimiento a quien ha vivido del pesebre endogámico. También del abrevadero y la henera, añado. ¡Vivan la regeneración y las encuestas bien hechas!