Vicente Á. Pérez - CORAZÓN DE LEÓN
Antonio del Valle
El insigne leonés nacido en la Reinosa cántabra murió pocas semanas después de que la niña de sus ojos, de su corazón y de sus pulmones, la Hullera Vasco Leonesa, entrara en proceso de liquidación
Quién sabe si la pena por la agonía en la que se debate la minería leonesa dejó sin aire a Antonio del Valle Menéndez la noche del pasado martes. El insigne leonés nacido en la Reinosa cántabra murió en Madrid pocas semanas después de que la niña de sus ojos, de su corazón y de sus pulmones, la Hullera Vasco Leonesa, entrara en proceso de liquidación tras 123 años de historia. La esquela de Antonio del Valle es la de una minería que durante décadas del pasado siglo fue uno de los grandes referentes de la industrialización de la provincia leonesa; tiempos que no volverán a esos valles que antaño florecieron bajo tierra por el empeño y la labor de este empresario que convirtió a León en la capital española de la minería.
Resulta sorprendente, al tiempo que triste, la cicatera necrológica que algunos medios de comunicación leoneses le han dedicado a quien fue uno de los grandes impulsores de la industria en estas tierras; a quien creó miles de empleos y contribuyó al desarrollo de esos valles, de tantos pueblos perdidos a los que llevó no sólo trabajo, sino cultura y progreso con cursos de alfabetización, escuelas, colegios, talleres... Tal vez esa cicatería informativa se deba a que Del Valle tuvo también tiempo de dedicarse a la política en tiempos de Franco… y de Manuel Fraga. Y, como ya se sabe, en estos tiempos que corren, nadie nacido antes de 1975 está libre de culpa.
El gran patrón de la minería leonesa conocía a cada uno de sus trabajadores por sus nombres y apellidos; sabía de sus familias, de sus problemas, de sus ilusiones. Bajaba cada mañana al pozo con ellos, les contagiaba el espíritu del esfuerzo. Durante 27 años (1977-2004) estuvo al frente de la Hullera Vasco Leonesa, una herencia de su padre, Emilio, que cuidó y mimó hasta convertirla en la tercera carbonera de España. Era un hombre de los que, por estas tierras, se dice «estudiado»: doctorado en Ingeniería de Minas, profesor y director de la Escuela de Minas de León, fundador y director general del Banco Industrial, creador de la Fundación Hullera Vasco Leonesa por su pasión por la cultura («La cultura, nuestra cultura, es un bien que debe perdurar y, al mismo tiempo, estar al alcance de todos» subrayó en su momento). Y apuntar que en 1984 inició la colección Estudios Históricos con la publicación del Fuero de León, los Decreta que son la joya de la corona del Archivo Histórico Nacional. Ha muerto Antonio del Valle Menéndez y la minería leonesa habrá tenido un sentido recuerdo por el minero que cada día bajaba y subía del pozo al despacho, del despacho al pozo. Y muchos ciudadanos leoneses habrán recordado a su ilustre vecino con mayor generosidad que el «moderno» periodismo que invade el solar patrio en plan tertulianismo «progre».