El anterior rector de la Upsa, Ángel Galindo, será el nuevo Vicario General en Segovia

El exrector de la Universidad Pontificia de Salamanca -también fue decano de la Facultad de Teología de la institución por su condición catedrático de Teología Moral-, Ángel Galindo, ha sido nombrado Vicario General de la Diócesis de Segovia por el actual obispo César Augusto Franco esta misma mañana. Releva así en este cargo a Andrés de la Calle García, actual Vicario.

Nacido en Fuentesaúco de Fuentidueña (Segovia) en 1948, Ángel Galindo es licenciado en Teología en la Universidad Pontificia de Salamanca desde 1971 y doctor por la Universidad Pontificia Lateranense de Roma en Teología Moral desde el año 1981. Es en 1984 cuando comienza su andadura académica en la universidad en la que inició sus estudios de teología. Como experto en moral, tiene más de una veintena de libros y más de doscientos articulos académicos publicados, entre los que destaca una tesis doctoral defendida con el título 'La opción fundamental en el pensamiento de San Alfonso María de Ligorio'.

Como rector, fue el sustituto del sacerdote agustino Marceliano Arranz, catedrático de Filosofía, y sustituido por la actual rectora, primera mujer en la institución en ocupar el máximo cargo de gobierno, Miriam Cortés Diéguez. Ocupó el rectorado durante cuatro años, tiempo que dura el mandato ordinario según el estatuto de la propia universidad. Durante este tiempo, se terminaron de instaurar los estudios de grado y se crearon nuevas instalaciones que han ayudado a mejorar la calidad en distintos ámbitos.

El obispo de Segovia, que ocupó el obispado auxiliar de Madrid en tiempos de Rouco Varela, confía así uno de los cargos más importantes dentro de la diócesis al exrector, que, según impera en el código canónico, deberá realizar las funciones de obispo cuando César Augusto Franco no esté disponible en la Diócesis. También será miembro de las reuniones de obispos y vicarios en Castilla y León y coordinador de la actividad diaria de la Diócesis de Segovia, una de las más antiguas de nuestro país.

Galindo acoge la noticia «con gran sorpresa y gratitud» porque supone «volver a mis raíces, a mi diócesis, al lugar que me vio nacer tanto como persona como sacerdote». Se enfrenta al cargo «con gran ilusión» y añade que uno de los objetivos principales desde la vicaría será la apuesta «por la educación, un campo de gran interés para mí» a lo que añade que «es un servicio más que se me ha encomendado cuando ya me había jubilado».