Andrés Neuman: «Aprender a envejecer tiene que ver con insertar a los mayores en el imaginario del deseo»
El escritor reivindica en «Anatomía sensible» (Páginas de Espuma, 2019) la «poetización de los cuerpos reales» contra su actual representación «terriblemente opresiva y cruel»
«Hoy en día no sabemos cómo relacionarnos con nuestro cuerpo y terminamos borrándolo, disimulándolo, sobre maquillándolo o relacionándonos desde el complejo, la vergüenza o el pudor». Quien habla es el escritor Andrés Neuman , que harto de los estereotipos que pueblan nuestra vida cotidiana en general, y en particular, los discursos del cuerpo, reivindica en su último libro «Anatomía sensible» (Páginas de Espuma, 2019) una «poetización de los cuerpos reales» en contraposición a su actual representación, que el autor encuentra que «se ha vuelto terriblemente opresivo y muy cruel con la mayoría de la población».
«En este libro se juntaron el hartazgo y la rabia que me producen las representaciones públicas del cuerpo en la publicidad, en el cine, en la tele, en las redes sociales... Esta especie de acoso y derribo que tenemos que trata de convencernos de que nuestro cuerpo no es los suficientemente digno para ser mirado, admirado, celebrado o deseado, que es una especie de malestar sociológico», apunta el autor, que hace unos días presentó su libro en la Librería Oletum de Valladolid. Y es que a juicio del escritor, al problema «heredado» del machismo y la representación del cuerpo de la mujer, se suman actualmente otros como «la viejofobia, la gordofobia...» y tal son los estereotipos que nos vienen marcados que «incluso un joven con un cuerpo presuntamente canónico se relaciona con él desde la angustia, el complejo y el dolor».
Una percepción que viene, también en opinión de este autor, a que «creo que no nos hemos planteado bien colectivamente como sociedad la relación con el cuerpo». Por ello, desde su «pequeña parcela literaria» Andrés Neuman ha querido contribuir a que «el imaginario del cuerpo y del deseo sea, en el mejor sentido de la palabra, más democrático». Con ese fin se puso como reto «mirar a izquierda y derecha, arriba y abajo, y a gente joven y mayor».
Para esa «anatomía heterodoxa» que es la estructura del libro, donde trata de describir el cuerpo de forma completamente a corriente, Neuman no tuvo ningún referente literario, aunque sí «pensaba en ideas de autores» que le han influido, entre los que cita a Rodolfo Wilcock o la escritura heterogénea de Clarice Lispector.
Aunque en principio no tanía clara cuál iba a ser precisamente esa estructura ell tema, confiesa el autor, sobrevolaba en su mente desde que publicase en 2007 el libro de relatos «Alumbramiento», también con Páginas de Espuma . El relato breve que prestaba su título al conjunto hablaba del parto de un hombre, era una revisión de la masculinidad y del rol del hombre en la familia, ya era, en su opinión, «un cuento muy corporal».
En esta ocasión, lo único que tenía claro es que «sólo quería trabajar con las partes más visibles del cuerpo». Así, lugares tan «poco prestigiosos políticamente» como la rodilla, el tobillo, la axila, el talón, la mandíbula... y un largo etcétera son los protagonistas de 28 capítulos. Los dos restantes, el comienzo y el final de «Anatomía sensible», Andrés Neuman los ha reservado a «la piel» y «el alma»: «Me pareció divertido empezar y terminar con ellos porque son dos instancias cuya relación con el cuerpo es ambigua», apunta.
«La idea era imaginar que el cuerpo era un país y que hacía falta redistribuir la riqueza poética de ese país llamado cuerpo entre sus distintas regiones corporales», señala antes de recalcar que lo que tenía claro es que «quería que fuese un libro con muchísimo humor e ironía» porque pensaba que el cuerpo se podía prestar a ese «carnaval». Todo con el fin último de hacer «un libro desaeante» y a la vez «ampliar el imaginario público del deseo».
Noticias relacionadas