Alejandro J. García Nistal - Noción personal
Astorga, crisis y basuras
«...El gobierno en coalición sociocomunista está viviendo su primera e importante crisis después de un año aproximadamente de luna de miel»
En la importante localidad leonesa de Astorga, donde los hados del destino quisieron que volviese el histórico, Juan José Alonso Perandones, a retomar el partido y de paso la Alcaldía, el gobierno en coalición sociocomunista está viviendo su primera e importante crisis después de un año aproximadamente de luna de miel.
El teniente de alcalde, José María Jáñez y líder de Izquierda Unida, le está costando algún que otro disgusto a Perandones, quien necesita de los dos votos de la ultraizquierda para poder gobernar la Bimilenaria. Y si al famoso alcalde le lleva más de una rabieta, a los ciudadanos casi un cuarto de millón de euros el sueldo de los cuatro años que dura la legislatura, con un salario nunca visto por estos lares de sobriedad y escasez.
Resulta que la concesión del servicio de limpieza y basuras lleva muchos años prorrogado y en el programa de IU dejaba meridianamente claro que su intención de llegar a tocar poder sería la de revertir esta competencia en pública con trabajadores municipales y todo lo que conlleva en detrimento de la propiedad y servicio privado. Se sabe que al alcalde socialista no le gustan los cambios y se da la circunstancia que ocho años después se ha topado con la empresa a la que él mismo concedió el servicio en situación, insistimos, de libre concurrencia pública. Y en este punto Perandones y Jáñez, «el camarada» como le llaman en Astorga con hilaridad, han chocado como dos trenes frente a frente. Y claro, lo que tiene la política, la tensión ha trascendido del piso noble del edificio de la Casona sin que puedan romper el pacto o coalición que pudiera dar el poder a quien realmente venció las elecciones, el Partido Popular de José Luis Nieto. «Lastima de papeleta anulada y el consiguiente concejal a mayores», se resignan los azules de la gaviota.
En todo caso, el nuevo capítulo de esta crisis que va agrietando la confianza y el trato entre el PSOE e IU resulta que viene por la negación legal desde el propio alto funcionariado a los requisitos legales que se planteaban como un paso más para la municipalización del servicio. Con los «pata negra» han topado.