Alberto Esgueva, imputado por las eólicas: «Llevo ya ocho años de pena de banquillo»
El exconsejero delegado de Excal niega cualquier ilegalidad en la Comisión de Investigación de las Cortes
El exconsejero delegado de ADE Internacional, Excal, Albergo Esgueva, afirmó ayer en las Cortes que «no tuvo ninguna participación en los hechos de los que se me acusan, aunque los tribunales tendrán la última palabra» y criticó el «sufrimiento y desasosiego» y el «descalabro familiar» que ha sufrido durante el proceso judicial de la trama eólica y el «sensacionalismo» de la prensa. «Sufro una pena de banquillo desde hace 8 años» desde el Juzgado 4 de Valladolid y después con la acusación de la Audiencia Provincial «de forma injusta y sobre una base falaz». Alberto Esgueva aseguró que «no vio irregularidades» en los procedimientos de concesión de parques eólicos, que estaban «perfectamente reglados» y expuso que desde San Cayetano, la empresa que dirigía, solo jugaron el papel de socio inversor, y el resto correspondió a «un partner muy bueno» como era Iberdrola, informa Ical.
Esgueva, que compareció de forma telemática desde Polonia, donde están sus negocios, en la Comisión de Investigación de las Cortes sobre las eólicas , el edificio de Arroyo de la Encomienda, los terrenos de Portillo y las sedes en el exterior, se acogió a su derecho a no declarar, pero se hizo un alegato inicial, y se remitió al documento de la causa y su escrito de defensa ante la Audiencia de Valladolid, que posee PSOE, personado como acusación. Un retraso de diez minutos en su comparecencia llevó al procurador del PSOE José Francisco Martín a abandonar la comisión, y espetar que a su grupo no le toma el pelo «ningún presunto delincuente».
«No he obtenido ningún aprovechamiento personal, ni he causado daño alguno a la causa pública; ni he solicitado ni sugerido ninguna resolución a ningún funcionario para favorecerme a mi ni a terceras personas», defenció Esgueva, que rechazó las acusaciones de llevarse 47,1 millones, tras vender sus acciones en Energía Global Castellana, participada al 60 por ciento por Biovent Holding, filial de la eléctrica, y en un 40 por ciento por el Grupo San Cayetano, por 24.400 euros.
El también empresario afirmó que fue Iberdrola en una jornada de Empresa Familiar quien animó a las empresas locales a entrar en el negocio y «tuvimos la suerte de tener un partner muy bueno», pero «invertimos lo que nos tocaba, y todo lo que se ha dicho no es cierto».
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