Artes&Letras/Música

Alberto Barranco: «Esta orquesta nace con vocación de servicio a la música española»

El músico soriano es uno de los principales impulsores de la Orquesta Clásica de España, que inicia su andadura el martes 28 de enero en el Auditorio de Zaragoza

HENAR DÍAZ

Hace casi dos décadas, siendo aún muy joven y recién terminada la carrera de Dirección de Orquestas, Alberto Barranco se puso al frente de la Joven Orquesta Sinfónica de Soria, una formación que nació gracias al decidido apoyo de las familias de los alumnos del Conservatorio de Soria. «Fue un proyecto muy ilusionante que respondió a una necesidad», recuerda el director soriano que ahora se pone con la misma garra al frente de la Orquesta Clásica de España, un proyecto del que ha sido germen con el objetivo de reivindicar y difundir el repertorio español menos conocido, así como la creación contemporánea.

- ¿Qué le movió a meterse en un proyecto de tal envergadura?

- La necesidad de hacer un repertorio que no se toca tanto, pero que es a parte del repertorio universal. Esta orquesta nace con vocación de servicio a la música española tanto del pasado como del presente, algo que se pretende fomentar sobre todo en el exterior. En España tristemente nos falta un poco esto, que las orquestas, con el altísimo nivel que tienen, salgan fuera y exporten el repertorio español, el habitual pero también el olvidado. Y sobre todo, también muy importante, esta orquesta nace con la idea de ponerse al servicio de compositores vivos, que la usen como instrumento de estreno y difusión de la creación española contemporánea.

- ¿Cree entonces que el repertorio español ha sido tradicionalmente olvidado en los grandes circuitos de conciertos internacionales?

- Creo que en sí no está olvidado, sino que se hacen sólo un número de obras muy concreto, pero hay otras de grandísima calidad que no se representan. Tenemos que ser nosotros desde nuestra cultura los que reivindiquemos nuestra música, la calidad de nuestros compositores, y debemos ser los encargados de exportarlos a otras orquestas y otros auditorios para que se empiecen a programar.

- ¿Y esa apuesta por la creación contemporánea es porque adolecen del mismo mal que el repertorio español?

- Sí, aunque la verdad es que últimamente aquí en España se está programando más. Yo creo que es totalmente necesario aún así que una orquesta se involucre de lleno, que sepa que es un vehículo de promoción. Es importante que los compositores sepan que estamos unidos. No nos podemos quedar simplemente en interpretar obras del pasado, sino que tenemos que ser el vehículo de promoción de lo que mañana serán temas conocidos. Tampoco vamos a tocar cualquiera, sino que es importante analizar las obras para que las que interpretemos demuestren la calidad de una buena composición instrumentación y orquestación.

- No es la primera vez que gesta una nueva formación musical. Lo hizo en 2003 con la Joven Orquesta Sinfónica de Soria. ¿Qué recuerda de entonces?

- Han pasado casi veinte años. Entonces era muy joven y lo recuerdo con mucho cariño. Estaba justo acabando Dirección de Orquesta y en Soria fue algo novedoso que respondía a una necesidad. Creo que cuando surge algo tiene que ser a partir de una necesidad de la sociedad, no de un capricho. Igual que este nuevo proyecto. Entonces fue algo ilusionante y también un éxito.

- Luego se marchó a vivir a Reino Unido, donde en Londres ha estado al frente de orquestas como Lambeth Symphony Orchestra . ¿Cambia mucho su forma de trabajar respecto a nuestro país?

- Sí que es distinto, tanto en la orientación de la orquestas como en su gestión. En las formaciones anglosajonas, al igual que en las francesas, ésta se basa mucho en el dinero privado. En España todavía no se está tan abierto a ese mecenazgo, lo cual es totalmente necesario para promocionar la cultura. Por lo que respecta a la involucración, es la misma, al igual que la calidad. Es más, aquí me he encontrado músicos que diría que son de los mejores del mundo.

- La nueva orquesta reúne a 42 músicos procedentes de diversas formaciones como la Sinfónica de Castilla y León, la Nacional de España o la de RTVE, ¿fue complicado convencerles?

- No. A a la hora de dar con ellos ha sido clave también el concertino de la orquesta, Jesús Ángel León. Ha sido solista de la Orquesta Nacional durante más de veinte años, gran amigo y grandísimo violinista. Entre los dos fuimos contando con solistas, haciéndoles participes del proyecto y hemos tenido muy buena respuesta.

- Precisamente detrás de este proyecto está la iniciativa privada, en concreto Ágreda Automóvil. ¿Sería inviable a día de hoy poner en marcha algo similar sin este respaldo?

- Pues seguramente sí, sin lugar a dudas, aunque tampoco nos lo habíamos planteado poderlo crear con subvenciones o ayudas públicas. Al llegar de Londres contacté con Juan Calvo, presidente de Ágreda Automóvil, y se lo propuse, y él, gran amante de la música, no lo dudó.

- ¿Y cómo convencer al resto de la sociedad de que éste es el camino?

- En España urge una Ley de Mecenazgo, algo totalmente vital para la promoción de la cultura en general. No debemos olvidar que las empresas necesitan un aliciente para poder apoyar a la cultura, y ésta necesita de las empresas para seguir desarrollando y exportando su trabajo.

- La Orquesta iniciará su andadura este 28 de enero, y a partir de entonces, ¿cuál será su recorrido?

- Aunque la presentación es en Zaragoza con motivo del 25 aniversario del Auditorio, la orquesta tiene la sede en Madrid y aparte de un ciclo estable de conciertos y de giras tanto en España como a nivel internacional también se quieren abordar otros ámbitos como la pedagogía y musicología . Para poder tocar obras menos conocidas hace falta también una investigación y desde la orquesta se pretende apoyarla.

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