Aitor Echeveste:«Nunca he sido aficionado a los cómics de Marvel; sí al cine»

Ha trabajado en los efectos especiales de ‘Shang-chi’ y ‘Spider-Man: No Way Home’, nominadas a los Óscar

Aitor Echeveste posa junto al póster de una de las películas en las que ha trabajado ABC

Clara Nuño

Aitor Echeveste (Burgos, 1996) dice que, de pequeñito, soñaba con trabajar en una película de IronMan. Casi lo consigue. Al personaje lo mataron antes de que él llegase a trabajar en Marvel. Tuvo que conformarse con Spider-Man. Echeveste trabaja con los efectos visuales de las películas. En concreto con la ‘composición digital’, aunque a él le gusta autodenominarse «pintor de píxeles», puesto que ese es su trabajo: afinar tanto la composición de una imagen que el ojo humano no sea capaz de discernir qué es real y qué ha sido manipulado. Hoy, a sus 26 años, el burgalés ha trabajado en un estudio que cuenta con dos nominaciones a los Óscar que se entregan hoy en la categoría de ‘Mejores Efectos Visuales’. En ABC hemos charlado con él sobre su trayectoria.

La primera pregunta es obligada, ¿Qué fue primero, la afición al cine o a los cómic de Marvel?

-La verdad, la respuesta es muy sencilla para mí, porque no he sido aficionado a los cómics de Marvel nunca, pero sí lo he sido al cine y a la narrativa visual.

¿Cómo empezó todo? ¿Cómo se llega de Burgos a uno de los más famosos estudios cinematográficos?

-Siempre he sabido a qué me quería dedicar. De chaval pasaba las horas viendo los ‘making off’ de las películas o los programas que sacaban explicando cómo se hacían. Me flipaba. Pero entrar en el oficio es muy difícil. Hay una barrera muy grande para la gente que desconoce cómo empezar, una vez dentro, va rodado. Además, en España tampoco había mucha oferta para estudiar estas cosas, así que hice ingeniería informática y luego ADE y acabé trabajando en una agencia de publicidad burgalesa. Pero, al final, acabé haciendo un máster en Madrid de Composición Digital Especializada (Centro Universitario U-tad), que es más o menos el departamento en el que yo trabajo, y de ahí empecé a trabajar en distintas compañías hasta que he llegado donde estoy, que es ‘Rising Sun Pictures’.

¿Es posible ser autodidacta?

Por supuesto. Hay mucho material ahí fuera -en YouTube- y si escribes por LinkedIn a artistas que estén trabajando en compañías que te interesen, suelen contestar enseguida. Hay mucho compañerismo. Desde luego es más fácil hacer contactos y entrar en el oficio pasando por una universidad, sobre todo si es privada. Sin embargo, lo importante es saber. La privada te abre más puertas, pero a los estudios no les importa la ‘titulitis’. Ellos quieren que saques el trabajo adelante.

¿Hay futuro en las alternativas de software libre? ¿Puede, al menos, ser un punto de inicio para VFX (efectos visuales), al menos para artistas indies?

Sí, sin duda. O sea, al final de todos los softwares que hay de alta calidad en la industria son de pago, por supuesto. El motivo es muy evidente; un estudio busca una empresa que le respalde. Si tienes un problema quieres llamar a Adobe y que te resuelvan el problema ellos porque estás pagando esas licencias. Esa es la razón por la que las grandes empresas buscan tener una marca detrás. Pero se están haciendo cosas muy chulas con programas libres como Blender.

Al final, esto es una profesión en la que la herramienta no es más que una herramienta y no tienes que depender de ella porque la tecnología va a pasos agigantados. Ahora mismo yo estoy aprendiendo sobre inteligencia artificial porque va a ser el futuro.

Háblanos un poco de tu campo de especialización, ¿Cómo se 'pinta' la composición de una película?

A grandes rasgos, lo que yo hago es eso, pintar píxeles. Y estoy súper especializado. Es decir, son películas con un estándar de calidad tan alto que tú tienes que esforzarte por que tu píxel quede bien, no el del que va a ir al departamento siguiente. Y eso supone que, por ejemplo, sólo utilizamos una herramienta. Nos especializamos muchísimo en esa herramienta y a tope con ella todo el día. Pero si mañana tuviese que adaptarme a otro programa totalmente me costaría adaptarme, pero lo haría porque sé qué es lo que busco.

¿Cómo ha sido trabajar en Spider-Man?

Pues fue casi de casualidad. Nos contactaron para rematar el proyecto porque necesitaban más gente porque estaba cargada de efectos visuales. Ha sido una locura. Hemos echado un montón de horas extra. Sobre todo al final, vives por y para ello. Y eso tiene sus cosillas, claro. Es mucho curro, pero, en general, estoy contento.

¿Cómo se vive que el estudio en el que trabajas esté nominado a los Óscar este domingo?

Con mucha ilusión. No me preocupa que gane o pierda porque la competencia es muy buena, pero sería muy guay.

Hace un año Martin Scorsese declaraba que las películas de Marvel «no eran cine» sino «parques de atracciones» ¿Qué le dirías?

Al final, la gente busca entretenimiento. Lo importante es saber a qué tipo de público te diriges. Yo, desde luego, si tengo que comparar la narrativa de los grandes clásicos del cine no puedo ponerlos al mismo nivel que Marvel, no lo están, son un blockbuster. Pero si de lo que estamos hablando es de entretenimiento, éstas son las películas más taquilleras de la historia.

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