El ahorro bate récord en Castilla y León y supera los 69.000 millones mientras el crédito sigue cayendo
El superávit de la hucha financiera de los castellano y leoneses roza los 25.700 millones de euros
El freno a la economía, que cierto es sigue avanzando, pero a menor ritmo que hace un año e incluso que el previsto; el aumento del paro, la caída de la producción industrial... Y todo con el recuerdo aún muy presente de la crisis que a finales de 2007 comenzó a azotar España, salpicado por las incertidumbres políticas y económicas a nivel nacional e internacional. Con las luces sino de emergencia sí de advertencia encendidas, ciudadanos y empresas aumentan su hucha. Momento de rascarse menos el bolsillo, guardar algo más por si vienen mal dadas, a la vez que las entidades bancarias también parecen más reacias a soltar financiación, y que empresas y consumidores se piensan muy mucho lo de lanzarse a una inversión y pedir un préstamo.
Los datos de depósitos y créditos que del Banco de España y la Dirección General de Estadística de la Junta de Castilla y León así lo demuestran. Lo que familias, sociedades e incluso administraciones guardan en sus cuentas ha aumentado de forma notable en los últimos tiempos. Al cierre del segundo trimestre -últimos datos disponibles- los nuevos aportes hechos en la Comunidad sitúan los depósitos en la cifra récord de más de 69.149 millones de euros. Es incluso superior en unos 629.000 euros al tope marcado en el segundo trimestre de 2011. Entonces, la segunda recesión dentro de la crisis comenzó a azotar España y los bancos dejaron de abrir con la misma potencia el grifo, obligando a empezar a tirar de unos ahorros que habían llegado a los 68.519 millones de euros en Castilla y León.
Después de haberse mantenido más o menos estables los depósitos en torno a los 65.000 y 66.000 millones de euros desde el segundo trimestre de 2013, hace un año que comenzaron el despegue. A razón de mil millones de euros más al trimestre en cuentas.
En paralelo, el grifo de los créditos sigue perdiendo presión. Muy lejos quedan los más de 77.000 millones que los bancos tenían prestados a sus clientes al acabar 2008, cuando la burbuja inmobiliaria no aguantó más y explotó. Desde entonces, y en continua caída, lo que ahora tienen en el debe es casi la mitad: no llega a 44.500 millones.
Punto de inflexión
Comunidad tradicionalmente dada a reservar fondos, Castilla y León vuelve al «superávit» de ahorros si se comparan con los créditos obtenidos. Lo depositado por parte de los clientes en las entidades bancarias suma 25.692 millones de euros más que lo que tienen concedido. La diferencia ha ido creciendo desde que 2013 marcó el punto de inflexión. El boom de la construcción y los años de bonanza económica habían hecho despegar con fuerza los créditos, que de comienzos de 2004 al récord anotado al cerrar 2008 se habían duplicado. En un lustro pasaron de algo más de 37.000 millones concedidos a superar los 77.278. Eran tiempos en los que a la par, aunque en cantidades más modestas, los ahorros también sumaban, aunque en las cuentas de las entidades financieras siempre era mayor lo prestado que lo guardado. Hasta el arranque de 2013, cuando se invirtió, y lo depositado por los castellano y leoneses comenzó a ser más que lo que debían a los bancos. Desde entonces, la caída que ya se había iniciado en créditos ha seguido, a la vez que los depósitos, con ligeras fluctuaciones, se mantenían estables.
La brecha se ha ido abriendo cada vez más. A nivel nacional, depósitos y créditos están en niveles similares . Si lo prestado supone un 3,53 por ciento del total, lo ahorrado representa el 5,37, muestra de esa tradición «ahorradora ». «Previsores», así define el presidente de la Unión de Consumidores y Usuarios, Prudencio Prieto , a los castellano y leoneses, muy condicionados por el «guardar por si acaso», que vuelve a coger fuerza. Reconoce que «no» encuentra un «motivo claro» para ese incremento en más de tres millones de euros en los ahorros en el último año, pero sí apunta al importante peso de la población jubilada y su «miedo a qué va a ser de mí mañana». Por el lado de las empresas, la inestabilidad española y mundial también afecta a la inversión y, reconocen, no es positivo.
Particulares y empresas
Son los llamados otros sectores residentes (personas o entidades) los que acaparan la mayor parte tanto de los créditos como de los depósitos. De los 69.149 millones que tienen depositados, suman 66.384, siendo los otros 2.766 de las administraciones públicas. Las cuentas a la vista son la fórmula preferida, y en ellas se acumulan 53.107 millones de euros, a los que añadir 13.277 millones en cuentas a plazo.
También a la hora de pedir créditos, particulares y sociedades son los que más recurren a las entidades bancarias, aunque también es cierto que las administraciones públicas cuentan con otras vías de financiación, como la emisión de deuda. De los 43.457 millones de euros en préstamos, sólo 3.181 están a nombre de las administraciones, y 40.276, particulares y sociedades.
El análisis por provincias arroja que la cifra de población y la actividad industrial está directamente relacionada con la cuantía de depósitos y créditos. Así, es Valladolid la que más tiene en cuentas bancarias, rozando los 15.000 millones de euros, mientras que Soria no llega a los 3.500 millones, algo por encima de los 4.237 de Segovia, los 4.254 de Ávila y los 4.828 de Palencia. En el «pódium» de hacer hucha también están León (12.252 millones) y Burgos (10.974). En Salamanca acumulan 9.231 millones, y en Zamora, 5.088. En cuanto a los préstamos, la distribución se repite, y los 12.460 millones en el debe vallisoletano están muy lejos de los 1.698 del soriano.
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