Adopte un escritor

En lo que Pedro Sánchez forma y deforma un gobierno, la vida sigue. Yo amanezco sin tema para la columna, porque la actualidad ya no se presta, y me voy a pasear por alguna chamarilería y a dar segundas oportunidades a volúmenes que rescato del polvo y del olvido. Topo con un libro de Foxá, conde de lo mismo, que hasta ayer se iba a quedar sin calle en el Madrid de Carmena. Ese Madrid que va borrándose por decreto y cambiando el nombre de las calles; lo mismo sean intelectuales que dictadores. Y yo compro el libro en protesta silente porque le quieran quitar la calle al escritor, no al hombre.

Hay escritores falangistas en el callejero que tuvieron la virtud de ser grandes literatos y eso le fastidia a Carmena. Incluso por encima de la ideología.

Paseo. Hay sol y almendros nevados de flor. Las ciudades se hicieron a fuer de piqueta y argamasa a mitad del siglo pasado. Enterrando palacetes y portalones. Y se fueron nombrando las nuevas calles y ahora las quieren desnombrar en la capital por no sé qué antojo de su alcaldesa. Un alzhéimer cartográfico inducido en pro de la barbarie. Querer borrar a Cunqueiro, Ruano, Plá, D’Ors, Pemán, Camba, Mihura o Gómez de la Serna entre otros del mapa es borreguismo, no política. También son ganas de marear a los taxistas. Por el momento paralizan la medida, hasta nuevo aviso… Por el que dirán de la legalidad.

A este paso torpe, con el que anda Carmena, tiembla hasta la Avenida de Camilo José Cela, premio Nobel y maestro en estas páginas que lo mismo se pateó la Alcarria que censuraba revistillas de poco vuelo.

Y mientras vuelve la cordura yo propongo que adoptemos en Castilla y León a todos estos escritores que se quedan sin calle en el Madrid podemita. Empezando por Foxá, quien en Salamanca escribió por los cafés su Madrid de Corte a checa.