El acusado de apuñalar a la pareja de su madre en Valladolid dice que sólo quiso asustarle

La acusación pública pide doce años de cárcel por intento de asesinato para el presunto autor de la agresión y la particular catorce

ABC

El joven de 20 años juzgado desde este lunes en la Audiencia Provincial de Valladolid, E.A.G., acusado de intentar asesinar con un cuchillo a la pareja de su madre , ha asegurado que supuso que la víctima, T.H.G., había pegado a su progenitora y que sólo intentó asustarle para defenderla.

El procesado ha asegurado que la noche de los hechos preguntó al compañero de su madre por qué estaba dando golpes, ante lo que T.H.G. le dijo que el problema era él, ya que rompía cosas de la casa, y le dio un «guantazo».

«Mi instinto fue asustarle, defender a mi madre», ha manifestado el acusado, quien ha sostenido que no tenía intención de matar a la víctima y ha dicho que no recuerda qué hizo con el cuchillo que empleó para asestar puñaladas a la pareja de su madre en la mandíbula y en el abdomen.

Los hechos ocurrieron la noche del 7 de enero de 2019, sobre las 23.00 horas, en el domicilio familiar situado en la Avenida Joaquín Velasco Martín de Valladolid , una fecha en la que el procesado ha manifestado que había consumido más drogas de lo habitual durante las fechas navideñas, estaba «emparanoiado» y pensaba que la pareja de su madre la estaba pegando.

Cuando se le pasó el efecto de las sustancias, contactó por teléfono con su madre, quien le dijo que su pareja tenía puñaladas, momentos en los que contactó con un abogado y se entregó «voluntariamente», ha detallado E.A.G., quien ha admitido que cuando era menor de edad su madre le denunció porque la había golpeado.

Preguntado por la defensa sobre su situación personal, el procesado, natural de Argentina, ha relatado que llegó con 14 años a España, donde no le gustaba vivir, lo que ocasionaba discusiones con su progenitora, quien pidió ayuda a la Junta por la situación que estaba viviendo.

Ha admitido que le arrestaron cuando era pequeño, por hurtos y pequeños robos, y que permaneció cuatro años en centros de menores, en concreto Los Manzanos y el Zambrana , de los que se fugó «muchas veces», además de asegurar que consumía porros, ketamina, cocaína, anfetamina, pastillas, speed, y alcohol, que se sufragaba robando o con un amigo que le fiaba.

En el momento de los hechos, se encontraba en libertad vigilada.

«Me dijo que si yo tenía algún problema con él y yo le dije que no», ha narrado la víctima sobre el momento del suceso, en el que el procesado le dijo que no se confundiera con él, que tuviera cuidado.

Ha negado que propinara un tortazo al procesado y ha subrayado que el joven f ue a por él, sacó un cuchillo y se lo clavó en la boca , aunque en su opinión quería dirigirlo al cuello, tras lo que le dio otra cuchillada en el abdomen -donde le dio una segunda apretando el arma sin llegar a sacarlo- y en el brazo.

T.H.F. ha asegurado que pidió auxilio y, cuando llegó la madre de la víctima, empujó a su hijo hacia la ducha, momentos en los que el herido salió corriendo de la casa.

«No tenía escapatoria ni como defenderme»

«No tenía escapatoria ni cómo defenderme», ha manifestado la víctima, quien ha concretado que el día de los hechos el procesado había ido a jugar al fútbol y no creía que fuera drogado a hacer deporte.

La madre del acusado, al declarar como testigo, ha reconocido que su hijo siempre le dio problemas y que después del suceso, cuando le preguntó que había hecho, su vástago le explicó que no estaba bien y que se iba a entregar.

La acusación pública pide doce años de cárcel por intento de asesinato y la particular catorce.

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