El acoso escolar registra un descenso del 60% marcado por el confinamiento
Los incidentes entre alumnos y profesores bajan y rompen con la tendencia ascendente
El confinamiento domiciliario obligó a suspender las clases el curso pasado a partir del mes de marzo. Más de un trimestre de clases a distancia que ha influido en muchos aspectos. También en los datos de convivencia escolar y de acoso, «asociados normalmente a la presencialidad». Al suspender el contacto entre alumnos y profesores, la mayoría de los indicadores sobre incidentes en las aulas han descendido, según detalló ayer la consejera de Educación, Rocío Lucas , al presentar los datos del Observatorio de Castilla y León en esta materia, que, para evitar la «distorsión» y poder comparar de forma adecuada, ha incorporado en esta ocasión de forma diferenciada los datos del primer trimestre y de ahí a final de curso.
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Los casos de acoso confirmado descendieron un 60 por ciento, pasando de 54 a 20 durante el curso. Un retroceso marcado por la pandemia, sí, pero la consejera destacó que la cifra se había reducido también antes de que se abandonasen las aulas, concretamente más de un 40 por ciento. Cae también el número de posibles casos estudiados por la administración autonómica, de 354 a 271. Mientras, y pese a que las clases se trasladaron a los domicilios desde el mes de marzo, el ciberacoso, el realizado a través de las redes o teléfono móvil, se mantiene «estable» respecto al curso 2018-2019 con dos casos más -40 respecto a 38-. Además, este tipo de conducta descendió mientras los alumnos permanecieron confinados y creció, por el contrario, mientras asistieron a las aulas -un 14,3 por ciento-.
Incidentes «leves»
La mayoría de los incidentes son «leves», explicó la consejera, que destacó también la bajada en la tasa del alumnado que se ve envuelto en estos problemas. El curso pasado fue el 2,39 por ciento de los casi 350.000 estudiantes de Castilla y León -2,60 en el anterior-, lo que supone que unos 8.150 escolares participaron en alguno de los casos registrados. El confinamiento también hizo descender el número de alumnos que solían repetir estas acciones. Los «reincidentes» y «multirreincidentes» bajaron un 16,5 por ciento y un 19, respectivamente, aunque durante el primer trimestre sí aumentaron.
Bajan, además, el número de centros que comunican incidentes, con «más del 40 por ciento» de los colegios e institutos que no registran ningún altercado de este tipo. Datos que demuestran, según Rocío Lucas, que en Castilla y León la «convivencia escolar goza de buena salud», que la «conflictividad es baja» y los casos graves son «puntuales y localizados».
Son los relacionados con las interrupciones de las clases y que impiden el desarrollo de las actividades académicas los incidentes más numerosos. En el curso pasado, concretamente, fueron más de 14.000 y, pese a todo, esa cifra supone un 32 por ciento menos. En ese mismo nivel bajaron los conflictos entre alumnos (2.826), apartado que no incluye el acoso, pero sí otro tipo de conductas como peleas o discusiones. Y si se tienen en cuenta los problemas entre estudiantes y profesores, donde sí se recogen las agresiones hacia los docentes, descendieron también en torno al 30 por ciento, con una disminución también en el primer trimestre (-0,39). Un dato que «rompe la tendencia al incremento de los últimos cursos y que, el periodo académico anterior, ya comenzó a atenuarse», relata el informe presentado. Por contra, tanto los problemas entre el alumnado, como los robos y destrozos en los centros registraron un incremento durante el primer trimestre, aunque a nivel global notificasen una disminución.
Motivos de los conflictos
Si se analizan los motivos de los problemas en la convivencia escolar, a pesar del confinamiento, vuelven a subir, más de un 8 por ciento, aquellos que tienen que ver con el aspectos físicos, madurativos o relacionales. Al contrario, los vinculados con el origen y la cultura o la orientación sexual experimentan un retroceso de alrededor del 50 por ciento. Lucas destacó el «esfuerzo» de los centros en esta materia, pese a las circunstancias, con más de 7.000 actividades y cada vez más colegios que se suman a los programas específicos para luchar contra el acoso.