Abascal: «Quieren a los jóvenes colocados y obedientes, pero los jóvenes quieren trabajo y familia, no porros»

Con el objetivo de contraprogramar la Agenda 2030, Vox ha organizado esta tarde un acto en Valladolid. La plaza frente a la iglesia de San Benito se había ido llenando a medida que se acercaban las siete de la tarde: el presidente de la formación política, Santiago Abascal, ha llegado entonces entre aclamaciones y gritos de «presidente». «No venimos a regalar los oídos de nadie, sino a restaurar la autoestima de España, a agradecer nuestra herencia y nuestra identidad hispánica, por la que no pedimos perdón», ha asegurado.

Durante su intervención, Abascal ha lanzado mensajes sobre temas como la juventud, el rechazo al «fanatismo verde», a la Unión Europea o los separatismos, para adelantar su propia agenda. «Con la Agenda 2030 quieren implementar una nueva religión, con sus pecados y con sus castigos», ha afirmado, «quieren a los jóvenes colocados con cannabis y al loro, obedientes ; pero los jóvenes quieren tener trabajo, un salario digno y una familia, no quieren porros», ha valorado.

El líder de Vox ha animado a sus militantes a leer su propuesta alternativa, apoyándose en que la agenda europea «está hecha para los coches eléctricos y para los ricos» , que «ningún burócrata de Bruselas» va a decir «cómo tienen que educar a sus hijos» o que, ya dentro de España, «no puede ser que la deslealtad se vea premiada y la lealtad castigada».

También ha cargado contra el PP, «porque no se sabe si el PP es Feijóo o Ayuso» y «ya está tendiendo la mano al gobierno de la ruina», así como contra «un partido socialista que pacta con el comunismo, con el separatismo y con el terrorismo».

Tan sólo un par de minutos antes de la llegada de los dirigentes de Vox, los asistentes habían abucheado a un pequeño grupito de jóvenes. Entre varios cientos de personas, este se había subido a una de las escaleras de la plaza para desplegar pancartas afines al extremo político contrario, con los lemas de 'El único nazi que brilla es el que arde' y 'En nuestras calles no cabe el fascismo'.

El incidente se ha desarrollado rápidamente, ya que la organización les ha arrebatado la pancarta y el grupo se ha visto forzado a marcharse, no sin airados insultos y enardecidos gritos en su contra.