Los sindicatos pinchan en su vuelta a las calles por el Primero de Mayo y sólo reúnen a 5.900 personas

CCOO y UGT cargan contra el plan anticrisis de la Junta por no haber contado con ellos y claman por la devaluación salarial sufrida con «la inflación más alta de España»

Manifestación convocada en Valladolid F. BLANCO

H. Díaz

Los sindicatos pincharon ayer en su vuelta a las calles por el ‘Primero de Mayo’. Ya sea por el estupendo día primaveral, por coincidir en medio de un goloso puente o por el temor aún al contagio en las concentraciones, lo cierto es que las organizaciones sindicales no tuvieron el poder de convocatoria deseado y no sumaron, según datos de la Delegación del Gobierno, más de 5.900 personas entre todas las marchas previstas, un total de trece en Castilla y León al sumarse a las nueve capitales de provincia otros grandes núcleos de población como Miranda, Aranda, Ponferrada y Medina del Campo. Aún así, nada tuvo que ver con los números alcanzados en cualquiera de las concentraciones de este Día de los Trabajadores en la era pre-Covid y para muestra 2019, cuando sólo en la capital salmantina CCOO y UGT lograron concitar a más de 6.000 personas. No obstante, el escaso llamamiento alcanzado no les echó para atrás a la hora de lanzar sus proclamas y recordar sus reivindicaciones.

En Valladolid, el líder de UGT de Castilla y León, Faustino Temprano, y su homólogo en Comisiones Obreras, Vicente Andrés, clamaron contra la devaluación salarial de los trabajadores y reclamaron subidas que permitan mantener el nivel del poder adquisitivo: «Es una vergüenza que la subida media salarial en Castilla y León en 2021 fuera del 1,8 por ciento, cuando la inflación de la Comunidad fue la más alta del país y superó el ocho por ciento», significó Temprano, que reclamó al Gobierno «más dinero» en el plan de choque aprobado y que se prolongue más tiempo si es necesario.

«Si no escuchan nuestras demandas va a haber conflictividad en la negociación colectiva», advirtió también a los empresarios, y ya en clave autonómica criticó el plan anticrisis de la Junta por no haber contado con los sindicatos y deseó que «de forma inmediata» se les convoque. A las críticas al Gobierno regional se sumó también Vicente Andrés, quien reclamó al presidente Alfonso Fernández Mañueco, que vuelva a la «moderación» y «se deje de los cantos de sirenas de algunas organizaciones socias de su gobierno». «Se puede poner de moda Castilla y León si se vuelve al consenso y al diálogo. Con la confrontación no se va a ningún lado», advirtió.

Temprano y Andrés encabezaron la manifestación celebrada en Valladolid bajo el lema ‘La solución: subir salarios, contener precios, más igualdad’, que concitó a alrededor de 1.300 personas. Al recorrido, que partió de la Plaza de Colón y concluyó a pocos metros del punto de partida tras discurrir por algunas de las calles más céntricas, se sumaron, entre otros, la ministra de Industria y Turismo, la vallisoletana Reyes Maroto, el líder del PSOE de Castilla y León, Luis Tudanca.

Antes de ‘camuflarse’ entre los manifestantes, y acompañada del alcalde de Valladolid, Óscar Puente, y Javier Izquierdo, al frente ahora de la Secretaría de Estrategia y Acción Electoral, la representante del Ejecutivo central sacó pecho por las políticas del Gobierno, y defendió que gracias a ellas hoy «los trabajadores disfrutan de mejores condiciones y derechos laborales». Asimismo, recalcó que frente al «no» en el que se ha instalado el PP, el compromiso del Gobierno es seguir haciendo «política útil» para mejorar la vida de los empleados «y de los colectivos más vulnerables». En muy parecidos términos se manifestó su compañero de partido, Luis Tudanca, quien puso en valor medidas como el incremento del Salario Mínimo Profesional y la revalorización automática de las pensiones, pero insistió en que aún queda trabajo por hacer para superar la actual crisis derivada de la guerra en Ucrania y la escalada inflacionista dado que «son muchas las incertidumbres». Por ello, «hay que seguir defendiendo en las calles, en las instituciones, en el Diálogo Social y ante los empresarios a las personas que peor lo están pasando», e insistió en que el PSOE se convertirá «en barrera protectora ante la extrema derecha» que, en Castilla y León, «ya está asomando la patita con discursos intolerables contra la igualdad, contra el Diálogo Social y contra los sindicatos».

Recuperar tradiciones

En los aproximadamente 700 metros de manifestación vallisoletana, a las proclamas más generales se sumaron algunas pancartas en apoyo de los trabajadores de Correos y contra la pobreza energética. Entre los asistentes, fundamentalmente representantes de secciones sindicales, aunque también se adhirieron a la misma una representación de IU, PCE y Unidas Podemos. También algunas familias -pocas- como la del vallisoletano Christian, que ayer se decidió a recuperar «una tradición» y desfiló junto a su perro y sus dos hijas al ritmo de batucada sin prescindir de la mascarilla: «Veníamos todos los años y este tampoco me lo he querido perder. Hay que enseñarles a salir a la calle para reivindicar nuestros derechos», defendía en ABC mirando a las pequeñas.

En el resto de núcleos de población se repitieron los mensajes. La más numerosa, en Burgos, que reunió a 1.450 manifestantes. A la de León no faltó el secretario general de la Unión del Pueblo Leonés, Luis Mariano Santos, quien comentó que la cita sirve para poner en valor y «consolidar los derechos conquistados, que no se puede poner en juicio ni en evidencia».

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