Habrían ocurrido entre 2014 y 2015
Presuntos abusos sexuales: la defensa asegura que la víctima se confunde de autor y que su cliente es inocente
La Audiencia de Toledo suspende el juicio para admitir ahora más pruebas que el abogado del acusado solicita desde hace casi cinco años
«No digo que la chica se lo invente, pero cambia los personajes. No digo que no haya sufrido una posible agresión, unos abusos, pero mi cliente no ha sido. Eso lo puedo decir alto y claro. Es otra persona que sale en los papeles», en alusión a cuatro cartas manuscritas por la presunta víctima.
Son palabras de Salvador Gurumeta Llorens, el abogado de Juan Carlos, quien ha comparecido este miércoles en la Audiencia de Toledo para responder sobre una grave acusación: unos presuntos abusos sexuales que habría cometido sobre una niña de 12 años en un piso de Talavera de la Reina, una vez en 2014 y otra en 2015 cuando tenía 13, según la fiscalía .
La sesión, sin embargo, ha sido suspendida sine díe por el tribunal para admitir más pruebas, muchas de ellas solicitadas por la defensa desde hace casi cinco años. «Hemos vuelto a abril de 2015. Este asunto se puede resolver, pero no nos han dejado hasta ahora; han ido laminando la defensa», se ha quejado Gurumeta. En la vista ha vuelto a plantear una serie de pruebas que «habían sido rechazadas en los últimos 5 años por el juzgado de instrucción (el número 3 de Talavera) y la Audiencia. Y van ahora y me la dan; ha sido una situación medio cómica», ha explicado tras la suspensión de la vista.
Para la defensa es esencial, con el fin de demostrar la inocencia de su cliente, que se haya admitido una prueba pericial caligráfica de cuatro «documentos importantísimos, que son casi la clave de todo el pleito», según Gurumeta. Son cartas que escribió la niña «fijando la sucesión de hechos». En ellas, «la chica explica lo sucedido y en una de esas cartas se da a entender que ha sido escrito por la víctima y por el acusado», ha relatado el letrado. «Pero resulta que esa carta está hecha por una sola mano, y por eso la prueba pericial es importante, pero el juzgado de instrucción la ha venido rechazando sistemáticamente desde 2015», se ha lamentado.
Mordeduras de un perro
Un informe forense sobre el aspecto físico del procesado, que está en libertad, ha sido la otra prueba pericial solicitada por la defensa y que ha sido admitida por el tribunal, presidido por Juan Ramón Brigidano. Se trata de un informe en el que certifica unas mordeduras graves de un perro grande que Juan Carlos sufrió supuestamente en septiembre de 2018, más de tres años después de los hechos que se juzgarán. «Si la chica dice que ha pasado lo que ha pasado, entonces habrá visto el cuerpo de mi cliente», ha deducido el abogado.
«Ella dice muchas contradicciones, pero no quiero revelar más cuestiones porque veo que las acusaciones están despistadas», a juicio de Gurumeta, que advierte a la presunta víctima: «Hasta ahora era menor y en España a los menores no les pasa nada. Ahora ya ha cumplido la mayoría de edad y, si se ratifica en su testimonio, tendrá consecuencias penales». Porque, según la defensa, Juan Carlos es «inocente de toda inocencia».
Sin embargo, según el relato de la fiscalía, el acusado se valió de la confianza de la menor para abusar sexualmente de ella en el domicilio de la niña en dos ocasiones, una en la primavera de 2014 y otra en marzo de 2015. Además, el ministerio público mantiene que, tras el último abuso, Juan Carlos le entregó un monedero con 1.100 euros y le dijo: «Perdóname, coge este dinero pero, por favor, no digas nada de lo que ha pasado; que me buscas la ruina». «Mi cliente no hizo eso», ha respondido su abogado a los periodistas tras la suspensión del juicio.
El tribunal también ha aceptado que se llame a declarar tanto a la educadora que se dirigió a la Policía Nacional después de escuchar a la niña como a su tutora. Ambas no estaban citadas como testigos en el juicio. Asimismo, la sala ha admitido que la defensa pueda exhibir en la próxima sesión, aún sin fecha, una fotografía del balcón donde, según las acusaciones, se produce uno de los abusos. «Y eso es imposible», ha rechazado el abogado de Juan Carlos, que se enfrenta a una penal global de 8 años de prisión por dos delitos de abusos sexuales.
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