Covid-19

«Mi mutua no se cree que me contagié en el hospital»

José Luis es técnico de rayos X en el hospital de Talavera: «El único de mi familia que se ha contagiado he sido yo porque trabajo donde trabajo»

Es sordo y se encuentra de baja desde noviembre porque estaba muy expuesto al contagio: «Mis pobres compañeros se bajaban la mascarilla para leer sus labios»

José Luis, en el hospital de Talavera, aunque ahora está de baja

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«Trabajo de técnico de rayos en el hospital Nuestra Señora del Prado de Talavera de la Reina. He vivido toda la pandemia del COVID hasta que en octubre me contagié. La pasada semana recibí una carta de mi mutua y en ella lo pone bien claro: no reconoce el contagio COVID como accidente laboral . En otras palabras, no se creen que me haya contagiado en el hospital».

Este texto es un extracto del correo electrónico que José Luis Campos ha enviado a ABC. Es sordo, solamente lee los labios . «Y hablar, hablo», aclara este trabajador, con una experiencia de 26 años en hospitales.

José Luis se contagió en octubre y la cuarentena la pasó solo en un piso. «Toda la gestión de mi baja la llevó Salud Laboral de mi hospital, que envió el parte por contagio COVID como accidente laboral. Es lo que la normativa establece», explica.

Carta de la mutua de accidentes de trabajo enviada a José Luis

Sin embargo, su mutua de accidentes de trabajo le ha enviado una carta en la que le informa que su caso no procede como siniestro laboral «por no reunir las condiciones legales exigidas». «Es una situación que no estoy sufriendo sólo yo, hay más compañeros igual», afirma el técnico en rayos X.

José Luis asegura que es el único de su familia que se ha contagiado. «Por trabajar donde trabajo», sentencia. Es técnico de rayos en Urgencias, «primera línea» , porque él y sus compañeros realizan el primer tórax al paciente que llega infectado al hospital. «Luego tenemos las uvis y los pacientes COVID en planta; algunos no pueden bajar y hay que hacer las radiografías en la habitación con el aparato portátil. Y también tenemos que ir al quirófano, donde hay pacientes positivos», relata.

«¿Cómo es posible entonces que, con todos los problemas que hemos tenido para protegernos, me vengan ahora con que no me he contagiado trabajando?», se pregunta José Luis.

«Todo tiene un límite»

Él está de baja desde noviembre por ser sordo y por las mascarillas. «No podía más. El médico de cabecera lo entendió y otros me dijeron que ya me tenía que haber ido en marzo, pero soy un currito. Sin embargo, todo tiene un límite», zanja. «Yo estaba más expuesto al contagio -recalca- porque mis pobres compañeros se bajaban la mascarilla para decirme las cosas, ya que sólo leo los labios».

«No daba para más. Y, en octubre, con el COVID... Estoy para un Óscar», bromea José Luis, cansado de que «nos ninguneen y que no se sepa cómo trabajamos». «En un hospital está expuesto desde el primero al último trabajador. Y más con el maldito COVID», atestigua.

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