Siete orejas en el triunfal festival de Valmojado

Con lleno en los tendidos de la plaza portátil se han lidiado seis astados de Mariano de León

Tarde de toros en Valmojado JOSÉ MANUEL LOMAS

MARIO GÓMEZ GUTIÉRREZ

Este sábado se ha celebrado el segundo festejo taurino de las fiestas de Valmojado . Con lleno en los tendidos de la plaza portátil se han lidiado seis astados de Mariano de León , de diferente juego y que no han facilitado de pleno el triunfo de los espadas.

Abrió plaza el rejoneador manchego Juan Manuel Munera , que lo intentó desde que apareció su toro, pero una lesión inesperada, dejó mermado al animal que no pudo facilitar la continuidad de la lidia. Saludos cariñosos del respetable al acabar con el animal para Munera.

Cristian Escribano lidió segundo y el quinto . Paró a la verónica con gusto a su primero que echó el cierre enseguida. Con la muleta se entregó y a fuerza de tesón pudo arrancarle muletazos sueltos y armónicos. Tras pasaportar al de Mariano de León le fue concedida una oreja por el presidente del festejo, que era el alcalde Jesús Agudo.

Tenía puestas las esperanzas en su segundo, y de nuevo lo meció por cordobinas y verónicas de recibo. Complicado el utrero en el tercio de banderillas, Ignacio Martín se llevó una gran ovación a completar su par de manera valiente ante una eficiente lidia de Raúl Cervantes. Escribano tuvo un comienzo firme, con el astado midiéndole y mirándole, pero la solvencia del torero toledano le llevó a completar una faena cuajada y de quilates. Dos orejas fue el premio a su labor.

El matador peruano Joaquín Galdós le cortó dos orejas a su primero mediante un toreo de mano baja y de trazo largo que resultó del gusto del respetable. Oficio del limeño que enterró el acero por completo y asomaron los dos pañuelos blancos del palco. El que cerró plaza fue el astado de más volumen para los de a pie, y Galdós volvió a estar asentado con él de salida, aunque el burel no quiso colaborar, sólo le quedo al espada la justificación con la pañosa, siendo silenciada su labor.

Completaba el cartel Víctor Alonso Ruano, novillero de Valmojado que volvió a ponerse el traje corto para la ocasión. Se mostró con muchas ganas ante la responsabilidad de volver a demostrar lo buen torero que fue ante sus paisanos. Recibió con decisión al novillo que no se lo puso fácil de salida, pero que dejó detalles, como las dos medias verónicas con las que abrochó el comienzo. Tanteó por bajo al animal por ambos pitones sabiendo que no se lo iba a poner fácil, pero el valmojadeño clavó los botines en la arena y tiró de su oponente por ambos pitones, queriendo siempre hacer las cosas como aprendió. Con la figura erguida, dejó buenos detalles que fueron coreados por los vecinos que le arroparon hasta la petición de trofeos, consiguiendo dos orejas que paseó feliz por el anillo.

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