Roberto García: su búsqueda continúa un año después
La Guardia Civil no ha descansado para encontrar al vecino de Casarrubios del Monte
Buceadores, caballos, perros especializados... La Guardia Civil ha utilizado todos los recursos necesarios para encontrar, hasta ahora sin éxito, a Roberto García Solana. El próximo martes, 18 de febrero, se cumplirán 12 meses desde que desapareció este jubilado de 64 años, que fue primero alguacil y luego auxiliar de policía de Casarrubios del Monte. Apasionado de sus dos perritos, Roberto nunca se casó ni tuvo hijos .
Su familia ha convocado para ese día, a las 10:30 en la plaza de España, una concentración coincidiendo con el aniversario. Confía en que «la nueva vía de investigación que la Guardia Civil ha abierto ahora permita terminar con esta incertidumbre», según Almudena García, sobrina de Roberto.
Su todoterreno Suzuki Vitara fue encontrado mal aparcado en El Álamo, un pueblo vecino de la Comunidad de Madrid que se encuentra a 7 kilómetros. Desde un primer momento, llamó la atención que un hombre tan meticuloso y rutinario como Roberto hubiese dejado estacionado su vehículo de esa manera.
La Guardia Civil se volcó entonces en esta desaparición «rara», en la que solo se tenía la pista del vehículo. No había nada más fiable que pudiera llevar a los agentes a seguir un posible rastro que condujera a Roberto, una buena persona que no tenía enemigos conocidos. Aunque se barajó un móvil económico, porque acababa de vender un piso pequeño por unos 30.000 euros, no había una motivación muy clara que pudiera justificar la desaparición forzosa.
Tres meses después, el albañil Juan José Valle fue detenido por ser quien, presuntamente, extrajo dinero con una tarjeta bancaria de Roberto en dos ocasiones. Unas grabaciones ayudaron a identificarlo, a pesar de que usó un pasamontañas para ocultar su rostro en unas imágenes en las que aparecía acompañado de otra persona.
Además de un delito continuado de estafa, la Guardia Civil acusó a Juan José de la desaparición del exauxiliar de policía. El imputado, que vivía enfrente de Roberto desde hacía poco tiempo, fue a prisión de manera preventiva el 25 de mayo. Permaneció en la cárcel 4 meses, hasta que la juez de Illescas que instruye el caso decidió ponerlo en libertad por la falta de pruebas que le incriminaran en el homicidio del jubilado.
Juan José, que no colaboró con los investigadores, ha negado siempre su participación en la desaparición de Roberto. Sin embargo, a día de hoy la Guardia Civil sigue convencida de que tiene alguna relación. Almudena, la sobrina de Roberto, también cree que hay demasiada casualidad: Juan José encontró una cartera con una tarjeta bancaria con el pin propiedad, precisamente, de una persona que había desaparecido unos días antes. Pero el sospechoso no puede ser detenido de nuevo, salvo que se reúnan otras pruebas que lo incriminen.
En pozos y en el río
A Roberto lo han buscado en pozos y hasta en el río Guadarrama, que discurre a unos 8 kilómetros de Casarrubios. La Guardia Civil, la familia, amigos y vecinos han rastreado todos los lugares que tuvieran una relación con él. Incluso los perros de unos particulares señalaron un lugar, pero los canes del servicio de Cinológico no lo corroboraron después.
Manuel, el hermano de Roberto que tanto luchó por encontrarlo, murió de cáncer el 17 de diciembre sin haber conseguido su deseo. Al día siguiente, investigadores de la Guardia Civil que trataron con Manuel durante diez meses asistieron al funeral. Fueron los mismos agentes que no pararán hasta dar con el exagualcil de Casarrubios.
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