El peligroso y angustioso rescate de un hombre que cayó en un pozo de 18 metros en un patio de Valmojado

«Ha tenido mucha suerte porque iba acompañado de dos personas. Si va solo, no lo encuentra nadie», dice uno de los bomberos que ha salvado a un aparejador de 46 años

La cuerda de 20 metros que llevaban los bomberos de Santa Olalla se quedaba muy justa para la profundidad del agujero

Uno de los bomberos, dentro del agujero Bomberos de Santa Olalla

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Luis Alfonso, de 46 años, ha vuelto a nacer en Valmojado. «Ha tenido mucha suerte porque iba acompañado de dos personas. Si va solo, no lo encuentra nadie aunque hubiera gritado mucho . Yo hablaba con él a distancia y le escuchaba mal».

Lo ha explicado a ABC uno de los cinco bomberos del parque de Santa Olalla (Toledo) que han tenido que emplearse a fondo esta mañana para rescatar a la víctima. «No ha parado de darnos las gracias, el pobre, que lo ha tenido que ver negro allí abajo», ha añadido el sargento, que iba al frente de la dotación. «Ha sido un rescate angustioso y peligroso para él y para los rescatadores», ha asegurado el mando de guardia.

Luis Alfonso había caído a un pozo de un diámetro de un metro y de una gran profundidad, entre 15 y 18 metros. El agujero está en el patio de tierra de un garaje en el número 20 de la avenida de la Constitución en Valmojado, a 40 kilómetros de Santa Olalla. La víctima, un aparejador de 46 años, iba acompañada de los dos albañiles que van a realizar una obra en el garaje. Fueron ellos los que dieron la voz de alarma cuando la tierra «se tragó» a Luis.

El parque de Santa Olalla recibió el aviso a las 9:20. Al llegar a la vivienda, los bomberos comprobaron que los 20 metros de longitud de la cuerda que llevaban eran «muy justos» para el rescate.

El servicio de emergencias 112 de Castilla-La Mancha les había informado en un principio de que el pozo tenía una profundidad de 15 metros, pero luego rectificó y les indicó que era de 8.

No fue, sin embargo, un escollo insalvable para los bomberos, que utilizaron un polipasto, un triángulo de evacuación y un arnés para sacar a Luis Alfonso, a quien también le protegieron la cabeza con un casco de bombero .

Al salir a la superficie, la víctima iba consciente y se quejaba de las piernas, la cadera, las costillas y de su mano izquierda. Fue trasladada por una UVI móvil al hospital Virgen de la Salud de Toledo, donde le iban a practicar un TAC. Además del dispositivo sanitario, se desplazaron hasta el lugar efectivos de la Policía local. Los bomberos terminaron la intervención pasadas las once de la mañana.

«No ha parado de darnos las gracias», recordaba uno de sus rescatadores cuando la dotación regresaba al parque de Santa Olalla tras salvar la vida a Luis Alfonso. «Ha vuelto a nacer», repetía Jesús Agudo, el alcalde del pueblo.

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