El patio de la casa parroquial de Valdeverdeja corre peligro
El cura párroco ha pedido ayuda económica a los feligreses para evitar su hundimiento
El cura de Valdeverdeja , Daniel Novillo González, ha enviado una carta a los feligreses en la que cuenta la situación actual del patio de la casa parroquial, un conjunto arquitectónico cuyas condiciones son lamentables y está a punto de hundirse .
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No lo dice él. El arquitecto técnico diocesano revisó y examinó la estructura hace casi un mes y su opinión fue tajante: había que cerrar el patio al público . Se trata de un lugar muy querido por todos los verdejos, donde se han fotografiado en carnaval con los animeros, el cura, el pregonero, abanderado, tamborilero, o también se han tomado imágenes de parejas junto al pozo. En definitiva, un espacio que merece la pena mantener en buenas condiciones.
No llevo mucho tiempo entre vosotros, pero el poco que he estado ha bastado para conocer vuestra generosidad
Daniel Novillo
Para el párroco solo hay dos opciones: abandonarlo y dejarlo caer o arreglarlo. El informe del arquitecto valora la rehabilitación entre 50.000 y 60.000 euros . «Cuando estos días comentaba la situación con amigos, sacerdotes y expertos y mostraba mi intención de arreglarlo, todos me decían: pero ¿tú estás loco? ¿cómo te vas a meter en eso? Pero cuando comentaba a la gente de Valdeverdeja la respuesta era otra», afirma el sacerdote en su misiva.
De esta manera, el párroco se ha arriesgado a pedir la ayuda económica de los verdejos con la esperanza de conseguir los fondos para realizar la obra.
Donativos que desgravan
En la parte de abajo de la carta, Daniel Novillo aporta una ficha para que los vecinos puedan hacer una transferencia a la parroquia de una manera fácil y segura, sobre todo para los que están lejos del pueblo. Y explica también lo que desgravan los donativos a la parroquia de San Blas. Los donantes pueden ponerse en contacto con el párroco, quien les hará un justificante para presentar en la Declaración de la Renta del próximo año.
«No llevo mucho tiempo entre vosotros, pero el poco que he estado me ha bastado para conocer vuestra generosidad. Si me atrevo a embarcarme en semejante obra es porque sé que no me vais a dejar solo en esto», suplica el sacerdote a los vecinos de Valdeverdeja.