El orgaceño Julio Rodríguez, de 9 años, gana el Cross de Atapuerca en la categoría sub-10: «Cree que va a ser el último»
Ha vencido también en el Cross Espada Toledana, en otras pruebas nacionales y es campeón de Madrid en 1.000 metros lisos en pista cubierta
El domingo correrá en Sevilla el Cross de Itálica: «Voy con la idea de participar; el resultado es lo de menos»
Julio Rodríguez, de la
z, tiene 9 años y el domingo ganó el Cross de Atapuerca en la categoría sub-10, donde se impuso holgadamente a casi 400 atletas después de correr 800 metros. «Está considerado el mejor cross del mundo, adonde va lo más granado del ámbito nacional», cuenta su padre, a quien le comentaron que su hijo es el primer niño que gana la prueba sin formar parte de un club, sino de una escuela de atletismo.El pequeño Julio redondea con ese triunfo en Burgos un abultado palmarés de victorias a su corta edad : venció en el Cross Espada Toledana, en el Cross Nacional de Yebes (Guadalajara), en el Cross Nacional de Villanueva (Guadalajara) y es campeón de Madrid en 1.000 metros lisos en pista cubierta, entre las pruebas más importantes.
«No sabemos de dónde le viene la afición, que compagina con el equipo de fútbol del pueblo, en las categorías inferiores del Orgaceño. Hace dos años, lo apunté a una carrera en Los Yébenes, con motivo de san Blas, y ganó sin entrenar. A partir de ahí, lo apuntamos a atletismo y hasta ahora», recuerda su padre, que también se llama Julio. «Pero a él lo que le encanta es correr en las pruebas populares con los mayores, de siete u ocho kilómetros», añade el progenitor, quien destaca la evolución de su hijo en una escuela deportiva municipal.
El domingo, Julio competirá en el Cross de Itálica (Sevilla), donde deberá correr 600 metros para llegar a meta y sumar otro triunfo. «Voy con la idea de participar; el resultado es lo de menos» , dice el muchacho, que estudia cuarto de Primaria y saca buenas notas. «Es muy humilde», tercia su padre. «Cuando llega a una carrera, se cree que va a ser el último. Sus profesores me dicen que es un niño con los pies en el suelo y le quitan hierro a sus victorias», añade el progenitor.
El Cross de los Molinos, en Campo de Criptana (Ciudad Real), lo espera el 28 de noviembre. Entonces será una buena ocasión para que su padre cite a Julio el famoso pasaje del Quijote: «Mire vuestra merced –respondió Sancho– que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino».