Nacen dos pollos de águila perdicera en Sevilleja de la Jara
Es el tercer año que se produce la cría en cautividad mediante fecundación natural en el Centro de Recuperación de Rapaces Ibéricas (CERI)
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El delegado provincial de Desarrollo Sostenible, Tomás Villarrubia, ha anunciado este martes que a mediados del pasado mes de abril en el Centro de Estudios de Rapaces Ibéricas (CERI) de Sevilleja de la Jara nacieron dos pollos de águila perdicera. Es el tercer año que se produce la cría en cautividad mediante fecundación natural en este centro de la provincia de Toledo .
«El nacimiento de estos dos pollos es una gran noticia, ya que esta especie está catalogada en peligro de extinción a nivel regional, donde contamos censadas unas 80 parejas reproductoras, y su población reproductora está en regresión, principalmente en las provincias de Toledo y Ciudad Real», ha subrayado Villarrubia.
El pasado 17 de abril eclosionó el primer huevo de una pareja de águila perdicera en cautividad en el CERI de Sevilleja y tres días más tarde nació un segundo pollo y hasta el momento ambas crías se están desarrollando con normalidad.
Una vez que los pollos completen su desarrollo y alcancen la edad de vuelo serán radiomarcados por GPS para conocer y detectar sus movimientos y las posibles incidencias de su vida en libertad. Se espera, si todo va bien, poder realizar la liberación de estas dos aves a finales del mes de julio.
Este es el tercer año que se produce la cría en cautividad mediante fecundación natural en el CERI. En 2017 nacieron dos pollos que fueron liberados mediante la técnica de crianza campestre en los Montes de Toledo y en 2018 nació otro pollo que fue liberado de forma directa en el Valle del Tajo. Estos animales fueron radiomarcados para conocer sus movimientos y desgraciadamente, dos de ellos, murieron electrocutados varios meses después de su liberación.
En peligro de extinción
El águila perdicera está catalogada en peligro de extinción a nivel regional. En Castilla-La Mancha se han censado unas 80 parejas y su población reproductora está en regresión, principalmente en Toledo y Ciudad Real.
Por ello, el Gobierno de Castilla-La Mancha aprobó en diciembre de 2016 el Plan de Recuperación de la especie, en el que, según ha señalado Villarrubia, «se contemplan diversas medidas para reducir la mortalidad de la especie, asegurar la conservación de su hábitat y delimitar las zonas sensibles y áreas críticas con la finalidad de favorecer la supervivencia de la especie en la provincia y en el resto de la región».
Entre las medidas principales contempladas en el Plan está la modificación de tendidos eléctricos peligrosos; actuaciones de vigilancia para evitar la persecución humana, el expolio de nidos o el uso ilegal de cebos envenenados; el control y seguimiento sanitario de la población reproductora, así como medidas para favorecer la conservación del hábitat de la especie y la existencia de sus presas en las zonas en las que escasean.
En cuanto a la delimitación de territorios y dentro de la provincia de Toledo, el Plan marca como áreas críticas para la conservación del águila perdicera el valle del Tiétar y los embalses de Rosarito y Navalcán, los Montes de Toledo, la Sierra de San Vicente, las Barrancas de Talavera, los Yesares del valle del Tajo, así como otras zonas, márgenes y laderas de los ríos Tajo y Guadiana, además del cañón del arroyo de Guajaraz, en el término municipal de Toledo,y de Montrueque, en el municipio de Santa Cruz de la Zarza.
Un referente nacional
Finalmente, el delegado provincial ha expresado su agradecimiento a todo el personal del CERI de Sevilleja por su «esfuerzo, implicación y dedicación, que es lo que ha convertido a este centro en una referencia nacional en la cría y recuperación de fauna amenazada, fundamentalmente aves rapaces».
El CERI de Sevilleja es el único centro en el mundo en el que se ha reproducido en cautividad el águila imperial ibérica, especie también en peligro de extinción. En el centro de Sevilleja ingresan un promedio de 800 aves cada año, en su mayor parte rapaces, que son en gran parte recuperadas y devueltas al medio natural, así como también se llevan a cabo labores de investigación y de educación medioambiental.
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