Burujón
Pablo, el joven de 20 años amante de las motos que ha fallecido al caer por una pendiente de 50 metros en Las barrancas
«Las motos eran su pasión y le gustaba ir con ellas por los caminos; es una tragedia», afirma su tío Julián
Se llamaba Pablo, tenía 20 años y era un torrijeño amante de las motos. Este domingo, sobre las diez de la mañana, ha fallecido tras salirse de la vía en el paraje Las barrancas de Burujón (Toledo) y precipitarse unos 50 metros por una pendiente.
Su tío Julián Díaz Velasco, que no tiene más datos sobre las circunstancias del accidente, recuerda a su sobrino como un joven con mucha afición a las motos y a las bicicletas desde niño . «Las motos eran su pasión y le gustaba ir con ellas por los caminos; es una tragedia», afirma compungido a ABC.
«Yo creo que Pablo simplemente iría de paseo», dice su tío, «pero desconozco por qué se precipitó» por la pendiente. El chico iba solo, afirma Julián, y el aviso se recibió a las 10.13 horas en el servicio de emergencias 112 de Castilla-La Mancha. «Creo que había gente allí, lo vieron precipitarse y llamaron a la Guardia Civil», cuenta su tío. «Los familiares hemos recibido el aviso mucho más tarde, sobre las 13:30», añade.
Bomberos de los parques provinciales de Toledo, Santa Olalla y Belvís de la Jara han tenido que descender para rescatar el cadáver, ya que se trata de un paraje de difícil acceso .
Las barrancas de Castrejón y Calaña se encuentran en los términos municipales de Albarreal de Tajo, Burujón y La Puebla de Montalbán, en la orilla norte del embalse de Castrejón. Son espectaculares cortados arcillosos, formados por la erosión del viento y las aguas del río Tajo sobre sedimentos de hace 25 millones de años, donde siempre se pide que se extreme la precaución.
Apenas a 30 kilómetros de la ciudad de Toledo, es uno de los paisajes más deslumbrantes de la región «e incluso, nos atreveríamos a decir, de España» , se describe en una web de turismo de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. «Parte de su belleza radica en lo inesperado y sorprendente que es. Nada hace presagiar el espectáculo que súbitamente se nos presenta ante los ojos: un paisaje digno de película, como de un país o planeta remoto», se asegura en la página de internet.
La longitud de estas cárcavas arcillosas de color rojizo es de aproximadamente un kilómetro y alcanzan más de un centenar de metros de altura en algunos puntos, concretamente en su zona más alta, conocida como el pico del Cambrón. Por todo el recorrido hay carteles en los que se avisa de que es un espacio natural con grandes escarpes y existe un alto riesgo de caídas al vacío.
Además de los bomberos, un amplio dispositivo fue activado: la Guardia Civil y uno de sus helicópteros, un médico de Urgencias, otro helicóptero sanitario y una ambulancia de soporte vital. Sin embargo, no pudieron hacer nada por la vida de Pablo, el joven de 20 años enamorado de las motos que ha visto truncado su futuro en una de las zonas con los atardeceres más bellos de España.
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