Nambroca
Mario, el delincuente okupa que está en prisión acusado de intentar matar a un opositor a policía nacional y guardia civil
«Solamente se le veía por la noche», cuentan en el pueblo, donde vivía ilegalmente en un piso de la calle del Duende
A sus 19 años tenía pendientes dos requisitorias de búsqueda y detención, además de antecedentes por ocupación ilegal
«Inteligente es aquel que sabe dónde quiere ir, pero aún más inteligente es el que sabe dónde no volver». Con este mensaje, copiado de internet, se presenta Mario en su cuenta de Instagram. A sus 19 años, ha pasado su segunda noche en la cárcel acusado de un homicidio en grado de tentativa ocurrido en Nambroca el pasado fin de semana.
Mario luce tatuajes en la cabeza y en el cuello, y en este pueblo toledano respiran más tranquilos desde que él no está por la calle. El lunes, ingresó en prisión acusado de intentar matar a Jorge, de 25 años, un «buen chaval» que está opositando para policía nacional y guardia civil.
El ataque con un arma blanca había sucedido dos días antes, la madrugada del sábado, en la calle Molinos. «Jorge se cruzó en su camino» , dicen explícitamente en la localidad. Ocurrió sobre las seis de la mañana a unos 300 metros de la vivienda que Mario ocupaba ilegalmente, en el número 3 bis de la calle del Duende. «Estaba de okupa en un primer piso; él solo», cuenta un vecino que lo conoce desde que llegó hace medio año a este pueblo de unos 8.000 habitantes, aunque únicamente 5.000 de ellos están censados.
«Solamente se le veía por la noche, porque por la mañana no salía» , añade esa fuente, aunque otras van más allá: Mario vivía en el piso junto con un compañero de fechorías, un tipo que conduce «como un loco» y sin carné. «Y todo el mundo lo sabe en Nambroca», aseguran.
«Mario es un delincuente habitual», afirman otros en el pueblo, a once kilómetros de los juzgados de Toledo donde este joven tuvo que comparecer el lunes. «Procede del barrio del Polígono de Toledo y no es la primera vez que utiliza un arma blanca para robar o defenderse », aseguran fuentes policiales en la capital regional. Señalan además a Mario como uno de los presuntos autores de los últimos robos de cable que ha habido en Nambroca, inmersa esta semana en sus fiestas en honor del Santísimo Cristo de las Aguas.
Los vecinos se preguntan cómo un individuo como él seguía en la calle, con dos requisitorias de búsqueda y detención pendientes, además de antecedentes por ocupación ilegal, según han confirmado a ABC fuentes de la Guardia Civil. «Llevaba varios meses paseándose de forma descarada por los pueblos próximos a Nambroca», subraya otra fuente.
«No había ni Policía local ni Guardia Civil»
Para la semana cultural y la de fiesta, que son consecutivas, el Ayuntamiento levanta unas casetas de obra para que las peñas tengan almacenadas su comida, hielo y bebida. Son instaladas en la calle del doctor Díaz Benito y la confluencia con la de Molinos, donde ocurrió el apuñalamiento. Según los vecinos, Mario estaría molestando a unas amigas de Jorge, que se acercó, «le dijo lo que fuese y, sin mediar palabra, asestó varias puñaladas al chaval en varias partes del cuerpo». Mario huyó.
«A esa hora no había ni agentes de la Policía local ni de la Guardia Civil», critican. « No podemos consentir seguir desprotegidos; que se realicen fiestas sin ningún tipo de protección ni agentes de seguridad», se leía en un mensaje difundido por Facebook para convocar la manifestación que hubo el domingo en la plaza del Ayuntamiento. «No vamos a permitir que vuelva a ocurrir con nadie lo que le han hecho a Jorge y que no haya agentes para una detención inmediata», se añadía en el comunicado.
Según la recomendación de la Federación de Municipios y Provincias (FEMP), la ratio de seguridad debería ser de un 1 policía local por cada 667 habitantes, mientras que la Unión Europea (UE) señala 1,8 agentes por cada 1.000 habitantes. A tenor de esto, Nambroca debería tener muchos más policías que los dos que trabajan actualmente, aunque hay una tercera plaza que lleva sin cubrirse desde hace más de una década.
«Si no va a prisión, lo habrían reventado»
Mario fue detenido el mismo sábado en el piso que okupaba por la Guardia Civil, que recuperó también el arma con el que habría apuñalado a Jorge. Fue alrededor de las tres de la tarde, con la presencia también de agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana (Usecic) de Toledo, dada las características del individuo.
Dos días después, pasó a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Toledo, en funciones de guardia. Después de tomarle declaración, el titular del juzgado decretó el lunes prisión provisional comunicada y sin fianza.
Su víctima se recupera de las lesiones en el Hospital Universitario de Toledo, donde Jorge fue intervenido quirúrgicamente. Su intento de homicidio conmovió a sus vecinos, que salieron a la calle para protestar. «Si no hubiera ido a prisión y hubiese salido a la calle, lo habrían reventado», apuntaban este miércoles en el pueblo, donde los padres de Jorge habían pedido por escrito calma y más presencia policial .
Pero Mario pasará su tercera noche de prisión, donde recordará probablemente el mensaje de su cuenta en Instagram: «Inteligente es aquel que sabe dónde quiere ir, pero aún más inteligente es el que sabe dónde no volver».
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