La limosna penitencial de esta Cuaresma se destinará a 9 residencias de la provincia de Toledo
El arzobispo de Toledo, Francisco Cerro, ha querido que sea para las Residencias Diocesanas de Mayores
![Cartel de la limosna penitencial para los mayores de las residencias](https://s3.abcstatics.com/media/espana/2021/02/17/limosna-kncB--1248x698@abc.jpg)
El arzobispo de Toledo, Francisco Cerro, ha querido que esta Cuaresma la limosna penitencia l vaya destinada a las Residencias Diocesanas de Mayores.
Según ha informado este miércoles el secretario de la Comisión Diocesana de Residencias de Mayores, Enrique del Álamo, se trata de uno de los sectores que más esta sufriendo las consecuencias de esta crisis provocada por el covid-19. En la Archidiócesis de Toledo , existen nueve Fundaciones Canónicas, que gestionan residencias para los mayores. Estos centros están en las localidades de E l Puente del Arzobispo, Corral de Almaguer, Santa Cruz de la Zarza, Madridejos, Villafranca de los Caballeros, Recas, Portillo de Toledo, Villacañas y Valmojado .
La Archidiócesis de Toledo aglutina en estos nueve centros 469 plazas residenciales y a 246 personas trabajadoras . «Con la limosna penitencial de este año se quiere mostrar la caridad como Iglesia Diocesana en favor de nuestros hermanos más desfavorecidos», ha dicho Enrique del Álamo.
¿Cómo realizar la limosna penitencial?
Al comienzo de la Cuaresma se puede recoger en la parroquia un sobre para la «Limosna Penitencial». Al acabar la Cuaresma, o cuando se diga en la parroquia, se hace la aportación con el sobre.
«Esta campaña se puede hacer en familia, pues se trata de una bonita posibilidad, porque hacemos iglesia doméstica y los padres transmiten la fe a sus hijos de una forma práctica. O también se puede realizar la campaña en grupo si la aportación viene realizada por un grupo de la parroquia (matrimonios, catequistas, jóvenes, coro, hermandades y cofradías…)», ha añadido el secretario de la Comisión Diocesana de Residencias de Mayores.
La limosna penitencial es una campaña que une la limosna, la oración y el ayuno siguiendo el espíritu de la Cuaresma. No se trata tanto de una acción concreta solidaria, sino más bien de una actitud.
«Una actitud evangélica que supone no dar de lo que nos sobra, sino de algo a lo que renunciamos: una limosna que nos cuesta. Esta renuncia nos ayuda a dominarnos a nosotros mismos (esfuerzo personal) y nos une a Dios (de quien recibimos la luz y la fuerza en la oración)», ha explicado Enrique del Álamo.
.
Noticias relacionadas