El hombre atacado por una cascabel en Toledo: «No tengo los animales en casa como si fuera un piso clandestino»

Sobre la supuesta tenencia ilegal, Santiago García asegura a ABC que tiene la «documentación necesaria», que aportará «cuando me den el alta médica»

Exige al naturalista Frank Cuesta que se retracte de los términos «criminal» y «delincuente», además de retirar las fotografías publicadas con su imagen

Cobertizo acorazado donde estaban los animales Guardia Civil

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Santiago García, el hombre de 31 años atacado por una serpiente cascabel hace nueve días en la provincia de Toledo, ha salido este lunes del hospital Virgen de la Salud de la capital regional, donde ingresó el sábado 27 de febrero. En una carta enviada a ABC, ofrece su versión de los hechos , su admiración por las serpientes y exige al naturalista Frank Cuesta una retractación, después de calificarlo de «criminal, delincuente, terrorista y despojo» en sus redes sociales, donde también lo tilda de «maricona».

«El hecho de que me muerda una serpiente y vaya al centro médico correspondiente con viales que están a mi disposición -asegura Santiago en la misiva- no es sinónimo de cobardía, sino de un grado de responsabilidad y conocimiento de mi situación personal imprevista ».

Este profesor de instituto vive en la localidad toledana de Val de Santo Domingo-Caudilla y tiene anexo un cobertizo acorazado, donde la Guardia Civil se incautó de 45 serpientes, la mayoría de ellas altamente venenosas y letales, guardadas en terrarios . Por ello le investiga como presunto autor de varios delitos: maltrato animal, otro relativo a la protección de la flora, fauna y animales domésticos, y uno más por el riesgo contra la seguridad colectiva.

Santiago asegura que cuenta con la «documentación necesaria» de los reptiles y que la aportará «cuando me den el alta médica». Se lo explicará a la autoridad judicial, que «no ha esperado a mi recuperación y todo se ha hecho en mi ausencia, a mi entender, de modo precipitado ».

Instalaciones donde estaban las serpientes Guardia Civil

«No tengo los animales en casa como si fuera un piso franco de forma clandestina -afirma-, sino que se encuentran en una nave en perfectas condiciones, adaptada según un proyecto de un veterinario experto en la materia, con todas las medidas de seguridad». Por ello «no había peligrosidad por el alto grado de seguridad» , recalca.

«No es un lugar clandestino», insiste. Y añade que, desde hace un año, mantiene reuniones a través de sus abogados para constituir las instalaciones en un núcleo zoológico.

También se defiende de la acusación de tráfico de animales: «Es falso» . Relata que todos los animales incautados por la Guardia Civil han sido criados en cautividad «y, por tanto, ninguno objeto de tráfico ilegal de animales exóticos; muchos de ellos han sido cedidos por núcleos zoológicos de reconocido prestigio, cuyos responsables me quieren y respetan por mi amor y conocimiento de esos animales».

«Que haya serpientes incautadas de forma precipitada en mis instalaciones, a mi entender no le puede llevar a la conclusión de que su tenencia sea ilegal», explica Santiago dirigiéndose a Frank Cuesta, a quien ha enviado la carta que se publica más abajo. Le da un plazo de tres días para realizar la rectificación y también lo emplaza a que retire las fotografías de Santiago que el naturalista ha publicado en sus redes sociales. Si no lo hiciera, advierte que emprenderá acciones judiciales «en la salvaguarda de mi derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen».

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