Una historia con final feliz la noche de los Reyes Magos: «¿Ve las luces azules?»
Tres guardias civiles auxilian a un hombre de 78 años desorientado, desfallecido y con hipotermia en un camino rural de Las Ventas con Peña Aguilera. «Llevo tres días sin comer», les dijo
A la misma hora que las cabalgatas de los Reyes Magos invadían de ilusión las calles de muchas ciudades españolas, en un camino rural de un pequeño pueblo de la provincia de Toledo tres guardias civiles se convertían en los particulares magos de Oriente de un anciano de 78 años. Lo encontraron desfallecido y con hipotermia en un camino rural de la finca El Sotillo, en Las Ventas con Peña Aguilera, situada en los Montes de Toledo. «Llevo tres días sin comer», dijo.
Seis y media de la tarde de Reyes aproximadamente. Un hombre de avanzada edad llama con su teléfono móvil a la sala de emergencias 112 de Castilla-La Mancha. Pide ayuda porque está totalmente desorientado y no sabe volver a su domicilio.
El 112 traslada la incidencia al número 062 de la Guardia Civil (la Central Operativa de Servicios, COS), que comunica con el hombre, que había salido a andar. El agente que le habla trata de tranquilizarlo y le pide más datos de su situación mientras un agente del puesto de Gálvez y otro de Ajofrín ya se han puesto en marcha para localizarlo. «Llevo tres días sin comer» , le dice a su interlocutor, al que llamaremos Gaspar.
Cae la noche y la iluminación es muy poca. Además, las condiciones meteorológicas por la lluvia y la multitud de caminos dificultan que los dos guardias que han ido en su busca lo encuentren. Viajan en el mismo vehículo oficial y uno de ellos habla con el anciano por el teléfono móvil. «¿Ve las luces azules?» , pregunta un agente al hombre, como si fuera su particular estrella de Belén. «Sí, las veo al fondo» , responde mientras les va indicando cómo llegar hasta él. Por la pericia, Melchor y Baltasar, por ponerles un nombre a los guardias de Gálvez y Ajofrín, van haciendo el cerco y consiguen finalmente dar con el anciano una hora después. Gracias a la delgada luz azul, lo han encontrado. Está muy débil y con principios de hipotermia.
Pero hay que volver con rapidez hasta un punto donde lo asistan los servicios médicos del Sescam, que ya están activados pero no pueden acceder. Después de once kilómetros por una zona de caminos , los dos agentes y el anciano llegan al lugar donde esperan los sanitarios: una rotonda a la entrada de Las Ventas con Peña Aguilera que hay al sur de esta localidad monteña de unos 1.200 habitantes.
Los servicios médicos estabilizan al hombre. Aunque dice al principio que lo han llevado unos familiares, luego cuenta que había subido en un autobús desde Calera y Chozas, a 90 kilómetros de Las Ventas con Peña Aguilera. Que allí se había bajado para ir a visitar a la marquesa del palacio de la finca de El Sotillo, de unas 800 hectáreas y dedicada a la caza.
Después de una primera asistencia, es evacuado al Hospital Universitario de Toledo para que lo exploren a fondo. Los agentes, que se entrevistan con un guarda de campo, tratan de localizar también a familiares del hombre, que vive solo. No encuentran a nadie. Para entonces, muchas cabalgatas han terminado. También concluye, con un final feliz, la historia de un anciano de 78 años que tuvo a sus particulares reyes magos vestidos de verde la noche más mágica del año.