Un halcón urbano madrileño es tiroteado en Toledo en temporada de media veda
El Código Penal castiga el abatimiento de especies protegidas con penas de prisión, multas e inhabilitación

Un halcón peregrino , nacido en Fuenlabrada (Madrid) la pasada primavera y marcado por la organización SEO/BirdLife , ha resultado herido de gravedad después de ser tiroteado en la provincia de Toledo durante la media veda.
El ave ingresó en el Centro de Estudios de Rapaces Ibéricas (CERI) de Sevilleja de la Jara tras ser localizada herida de gravedad con una fractura en el ala producida por el impacto de varios perdigones , que posiblemente le impida regresar a la naturaleza de nuevo, explica SEO/BirdLife en una nota de prensa.
El ave tiroteada es uno de los halcones urbanos nacidos en la Comunidad de Madrid, a los que la ONG realiza el seguimiento científico desde hace más de 15 años en sus nidos.
Este año han nacido 20 pollos de las siete parejas que crían actualmente en la ciudad de Madrid, otra en Alcalá de Henares, otra en Leganés y una más en Fuenlabrada.
El ejemplar abatido, marcado a mediados de abril, portaba una anilla metálica oficial y otra de PVC de lectura a distancia, gracias a lo cual pudo ser identificada.
«Los halcones urbanos son claves para asegurar la población de la especie en la región», asegura Arantza Leal, bióloga de SEO/BirdLife y encargada del seguimiento de estas aves, quien ha advertido de que «pese a que el número de efectivos crece de forma natural en Madrid ciudad, en territorios no urbanos está en grave declive».
El Código Penal castiga el abatimiento de especies protegidas con penas de prisión, multas e inhabilitación y el halcón es una de ellas, que cuenta con protección a nivel europeo y nacional y está catalogada como «vulnerable», tanto en Castilla-La Mancha como en la Comunidad de Madrid.
SEO/BirdLife anima a los colectivos cinegéticos a prevenir y denunciar este tipo de casos; «es preciso evitar que la opinión pública identifique estas actuaciones con la propia actividad cinegética legal y con los propios cotos, que podrían incluso llegar a cerrarse», señala Nicolás López, biólogo de SEO/BirdLife.