Extraditarán desde la República Dominicana al presunto autor de un doble homicidio que ocurrió hace 19 años
El presidente del país firma la entrega a España de Richard Wilson Torres, acusado por la Guardia Civil del crimen de Jaro y Gorín en un local nocturno de Fuenlabrada el 18 de septiembre de 2002. Sus cadávares aparecieron descompuestos en un arroyo de Yeles
El decreto 737-21, firmado por el presidente de la República Dominicana, podría ser el penúltimo peldaño para impartir justicia en el doble crimen ocurrido en un local nocturno de Fuenlabrada (Madrid) hace 19 años, el 18 de septiembre de 2002. Los cadáveres tiroteados y descompuestos de las víctimas, los españoles Jaro y Gorín, fueron hallados días después a 25 kilómetros, en un arroyo del municipio toledano de Yeles.
Luis Abinader rubricó el viernes la extradición a España del dominicano Richard Wilson Torres Tineo, a quien la Guardia Civil considera el autor del doble homicidio. Los agentes que investigaron este caso tenían sospechas de que Richard Wilson se encontraba en la República Dominicana, su país de origen , pero las gestiones que se realizaron en su momento fueron infructuosas.
La extradición atiende a la orden de prisión provisional dictada por el Juzgado de Primera Instancia número 1 de Fuenlabrada. Pero la entrega del presunto homicida tiene condiciones, según se recoge en el decreto: «Al ciudadano dominicano Richard Wilson Torres Tineo, bajo ninguna circunstancia, se le juzgará por una infracción diferente a las que motivan su extradición, ni se le aplicará una pena mayor a la establecida en la República Dominicana, que es de treinta (30) años; ni la pena de muerte, en el caso de que se comprobare su culpabilidad».
La Embajada de España en la República Dominicana solicitó la extradición de Torres Tineo el 17 de diciembre de 2020 y el 22 de febrero de 2021 por el homicidio de Miguel Ángel Cuenca Hidalgo, apodado 'Gorín', y Jesús Manuel Torres García, conocido como 'Jaro'. Murieron tiroteados dentro del pub Anaísa, en la avenida de las Regiones de Fuenlabrada, el 18 de septiembre de 2002.
La bala que no aparecía
Sus cadáveres aparecieron descompuestos dos semanas después, el 2 de octubre, en el arroyo Guatén de la localidad toledana de Yeles, a unos 25 kilómetros del pub. El brazo de una de los difuntos sobresalía de la bolsa de plástico de grandes dimensiones en la que estaba envuelto. Un vecino fue quien llamó a la Guardia Civil.
Gorín llevaba puesta una camiseta con un anagrama de las fiestas de Fuenlabrada, pero la identificación de las dos víctimas resultó en un principio complicada , dado su avanzado estado de descomposición. Habían sido tiroteados a bocajarro y algunas de las balas se alojaron en lugares tan recónditos de los cuerpos que los forenses tuvieron series dificultades para encontrarlas durante las autopsias.
La falta de un instituto anatómico forense en Toledo por aquel entonces provocó en este caso una situación rocambolesca. Los cadáveres fueron examinados en el depósito del cementerio de la capital regional y uno de los proyectiles alojados en uno de los cuerpos no aparecía. Se empleó entonces un detector para encontrar la bala, pero la plancha metálica sobre que se encontraba el cadáver no permitía que el localizador funcionase correctamente. Por eso se optó por sacar el cuerpo a la calle y realizar allí el rastreo, sobre el suelo: los forenses hallaron finalmente la bala.
Trasladados y tirados al arroyo
Una vez que les pusieron nombres y apellidos a los fallecidos, los agentes de la Guardia Civil de Toledo reconstruyeron los últimos momentos de Gorín y Jaro, lo que les llevó al local donde, según los indicios, fueron asesinados. Y, desde allí, los dos cuerpos fueron trasladados y tirados al arroyo de Yeles.
En la primera fase de la investigación, detuvieron a tres encubridores, dos hombres y una mujer, pero no al dominicano que siguen considerando el presunto autor del doble homicidio: Richard Wilson Torres Tineo.
En su día, la familia de Gorín difundió una fotografía de este individuo con la esperanza de que la colaboración ciudadana ayudase a encontrarlo. Isabel Cuenca, hermana de Gorín, afirmó a ABC que el autor del doble crimen mató a su hermano y a Jaro a sangre fría porque «se le cruzaron los cables, según uno de los testigos».
Gorín, de 34 años, y Jaro, de 31, eran conocidos en el pub, un local de acceso restringido en el que sólo abrían la puerta a los clientes después de observarlos a través de una mirilla. Ahora, con la extradición de Richard Wilson, se abre otra puerta para que se haga justicia por el crimen de Gorín y Jaro.