Eric Olivera corta la única oreja en el ‘Alfarero de Plata’ de Villaseca

Se lidiaron reses de Juan García Rivera y Carlos Serrano, que dieron dificultades

Los seis novilleros antes de romer el paseíllo Joaquín Romera

Joaquín Romera

En la segunda novillada sin picadores del ‘Alfarero de Plata’ de Villaseca de la Sagra el primer novillo, de Juan García Rivera, recibió una ovación del respetable. El novillero francés Clemente Jaume lo recibió con gusto y Alejandro Peñaranda le replicó en un quite por chicuelinas. No queriendo dejarse ganar la pelea, el francés cogió la capa de nuevo y salió trastabillado al ser arrollado. Con la muleta pecó de no cambiar los terrenos al novillo, que aquerenciado en tablas se hizo amo y señor de la faena. Un pinchazo y varios descabellos hicieron falta para acabar con el cuajado eral. Saludó una ovación desde el tercio tras aviso.

Peñaranda recibió firme y con gusto al segundo novillo, que en el tercio de banderillas puso a prueba a los peones. El novillero de Iniesta estuvo firme durante toda la faena, que fue emocionante sobre todo cuando el animal seguía la muleta por bajo. Al final se metió al público en el bolsillo en dos tandas por naturales. Lo que pudo ser un triunfo, quedó en un saludo tras marrar en el primer intento con la espada y luego dejar una media casi entera en lo alto.

Después llegó el turno del extremeño Eric Olivera , con un novillo de Carlos Serrano. Buen recibo con el capote, con verónicas encajadas y rematadas por una media que levantó al público. Rubén Núñez salió a hacer el quite, teniendo Olivera que replicarle en su propio novillo. Novillo con transmisión y seriedad por delante que fue toreado con tino. El culmen de la faena vino cuando le llevó lento y por bajo por ambos pitones. Una tanda al natural a cámara lenta, rematada por un pase de pecho de pitón a rabo fue la nota más alta. Se tiró a matar por derecho y una estocada certera en lo alto le valió para cortar una oreja.

Rubén Nuñez venía de la escuela de Guadalajara y puso valor desde que se abrió de capa. Espectacular comienzo de faena con la muleta rodilla en tierra que levantó a los asistentes de sus asientos. El novillo se vino abajo y el novillero realizó una faena de entrega, pero intermitente, que tuvo calado en los tendidos obligándole a saludar tras pasaportar al animal.

El quinto correspondió a Jesús Romero . El novillero quiso agradar durante toda la tarde, pero la complicación del eral provocó que solo dejara detalles en trincheras y pases del desdén. Acertó con los aceros al primer encuentro y fue ovacionado.

El novillo de la jota, el sexto de la tarde, le correspondió al sevillano ‘El Melli’ , que de rodillas y junto a las tablas recibió al astado ante los aplausos y ánimos del respetable. Una vez incorporado, toreó por verónicas con gusto, rematando con una larga que levantó a los asistentes al festejo al tiempo que se acababa la jota sagreña. Con la muleta apaciguó el sevillano la bronca embestida del eral, que fue viniéndose abajo y lo que se preveía que fuera una faena de triunfo quedó en una ovación al novillero andaluz por su predisposición y entrega.

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