Detienen a cuatro menores por agredir y robar en Cobisa a la repartidora de una pizzería: «No lo pensamos»
Uno de los implicados se presentó este jueves con su padre en el negocio de Argés para pedir perdón: «Lo siento mucho; uno se puso tonto y los demás fuimos detrás»
La Guardia Civil trata de localizar a un quinto participante, que vive en la Comunidad de Madrid
Uno de los cinco jóvenes implicados en el robo y la agresión a una repartidora de pizzas, unos hechos ocurridos el 20 de marzo en Cobisa (Toledo) , se presentó este jueves por la tarde en el negocio de Argés donde la mujer trabaja para pedirle perdón. El menor de edad iba acompañado de su padre, pero ella no estaba; libraba. «El chico dijo que lo sentía mucho; que surgió de repente, que no lo tenían pensado. Que uno se puso tonto y los demás fueron detrás porque son amigos». Lo cuenta a ABC Saverio, el dueño de la pizzería Siciliando donde la víctima está empleada como repartidora.
El joven arrepentido se personó en el local el día antes de que la Guardia Civil haya difundido este viernes la detención de cuatro menores de edad por estos hechos. Se los acusa de un delito de robo con violencia e intimidación, y los investigadores buscan a un quinto implicado, que reside en la Comunidad de Madrid.
Saverio, que se ha enterado de los arrestos por ABC, agradece el gesto del chico y de su padre, que ya telefoneó la pasada semana para preguntar si podía ir a pagar el pedido. Se personó inesperadamente en el local este jueves, sobre las ocho de la tarde, acompañado de su hijo. El muchacho es el dueño del teléfono desde donde se realizó una de las dos llamadas para pedir cinco pizzas, según el propietario del negocio.
«Todavía hay buena gente»
El progenitor pagó el pedido, algo más de 48 euros, y manifestó su pena por lo que había sucedido. «Me dijo que estaba muy avergonzado y que lo sentía mucho. Me alegra saber que todavía hay buena gente», recuerda el propietario, quien transmitirá las palabras del joven y de su padre a la repartidora cuando vaya a trabajar este viernes.
De la investigación para detener a los menores se han encargado agentes del cuartel de Orgaz, concretamente del departamento de Policía Judicial, después de la denuncia que la víctima presentó cuatro días después del robo con violencia.
Los hechos se desencadenaron el sábado 20 de marzo antes de las once de la noche. En la pizzería Siciliando se recibió una llamada telefónica, con el número oculto, para realizar un pedido de cinco pizzas. La repartidora se desplazó a la dirección facilitada por el comunicante y el establecimiento recibió otra llamada en la que se indicaba un cambio de dirección para la entrega, aunque sin la precaución de ocultar el número de teléfono.
Ella todavía cree que la observan
La víctima se personó en la nueva dirección con el pedido y fue recibida por un grupo de jóvenes con los rostros parcialmente cubiertos tanto por las mascarillas como por capuchas . Tras coger las pizzas, hicieron un primer amago de ir a pagar sacando dinero de los bolsillos. Pero huyeron , aunque la mujer logró retener del brazo a uno de ellos mientras le pedía el importe del pedido.
Uno de los jóvenes regresó para liberar a su amigo, que forcejeaba con la repartidora para escapar. La conminó a que lo soltase y acabó propinando a la víctima un puñetazo en el abdomen, lo que propició que la trabajadora soltara al joven. Ella, a pesar de todo, logró recuperar tres pizzas.
La Guardia Civil ha detenido a cuatro de los presuntos autores, que fueron puestos a disposición de la Fiscalía de Menores de Toledo, mientras que trata de localizar a un quinto participante en estos hechos, que provocaron una ola de solidaridad hacia la víctima.
Ella todavía no lo ha superado. «Cuando ve chavales con capuchas y mascarillas, aún cree que la están observando y puede volver a pasarle», relata su jefe.
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