Detenido tras un tiroteo el okupa que disparaba a los vecinos de Alcabón desde las ventanas de 'su' edificio
Esta madrugada, 'Kiko' ha respondido con disparos a decenas de guardias civiles, que han reventado el inmueble para arrestarlo
Los 700 habitantes de Alcabón, un pueblo toledano en la comarca de Torrijos, duermen más tranquilos desde esta madrugada. Sobre las seis de la mañana, fue detenido el vecino okupa que los tenía atemorizados porque disparaba desde 'su' casa cuando uno menos se lo esperaba. «Salía a la ventana y, sin ton ni son, pegaba tiros con una pistola de aire comprimido; o usaba un tirachinas para lanzar canicas» , explicaron a ABC paisanos que lo conocen muy bien, pero que quieren mantener su anonimato.
Un amplio despliegue de la Guardia Civil, formado por decenas de efectivos, lo arrestó finalmente empleando su propia medicina. En una calle estrecha, los agentes tuvieron que responder a los tiros del okupa. Disparaba desde el edificio en el que vivía ilegalmente junto con su pareja sentimental y su hija, menor de edad.
En la refriega, el individuo llevó las de perder. Fue herido en zonas no vitales para que depusiera su actitud violenta y evacuado después al Hospital General Universitario de Toledo, donde ingresó en la UCI. Según los vecinos, recibió tres impactos por arma de fuego: los agentes lo habrían herido en un brazo y en un antebrazo, mientras que el detenido se habría disparado en un pie con una escopeta de cartuchos.
El arrestado se llama Francisco, aunque en el pueblo lo conocen por 'Kiko' . Él, no obstante, tiene su propio nombre de guerra, pintarrajeado en una ventana del inmueble okupado y en la pared de enfrente: 'el Búho kalo' . Dicen sus vecinos que lo de la rapaz es porque tenía un búho real y que lo de 'kalo' se debe a que es gitano.
Los hechos se desencadenaron minutos antes de la seis de la mañana en el número 5 de la calle Val de Santo Domingo, a 70 metros del Ayuntamiento. Es un inmueble de dos plantas y con varias viviendas, de las que 'Kiko' se había apropiado hace años. Además de ser su residencia, por las diferentes estancias tenían repartidos animales, entre ellos el búho que da nombre a su apodo.
Agentes de la Guardia Civil apostados, entre ellos miembros de unidades especiales, tuvieron que responder a los disparos de 'Kiko' para reducirlo. Reventaron también ventanas de la planta baja y la puerta principal para entrar en el inmueble.
Según los vecinos, 'Kiko' es un viejo conocido de la Guardia Civil, que ya lo habría detenido en otras ocasiones por tráfico ilegal de drogas (marihuana) y por tenencia ilícita de armas. «De momento, respiramos tranquilos» , dicen aliviados. El edificio, destrozado por dentro y por fuera, está ahora sin moradores y custodiado solamente por las esculturas doradas de dos gallos desde una ventana de la segunda planta.