El Toboso
Detenido un peligroso delincuente reclamado para ingresar en prisión: «Llevaba poco tiempo por el pueblo»
Embistió a los agentes e inició una huida hasta acabar estrellándose contra una vivienda de la calle Olózaga
Pesaban sobre él hasta ocho requisitorias de juzgados de Toledo y Madrid, al menos cinco de ellas para entrar en la cárcel
Poca gente en El Toboso (Toledo) conoce a un peligroso individuo de 31 años que la Guardia Civil detuvo el martes 25 de mayo, después de una persecución por el casco urbano a primera hora de la mañana. El hostigamiento de dos coches policiales, a los que embistió, acabó con el turismo del delincuente estrellado contra una vivienda de la calle Olózaga, una céntrica vía pública de este pueblo manchego de 2.000 habitantes.
«Ocurrió entre las siete y las siete y media de la mañana. Menos mal, porque había poca gente por la calle», dice un vecino. Él ha oído hablar de la detención, que la Guardia Civil ha difundido este miércoles, pero no conoce al delincuente, de nacionalidad rumana y buscado por varios juzgados para ingresar en prisión. «Al no ser natural de aquí ni vecino, poco se sabe de él», añade.
Otro, en cambio, afirma que el sujeto vivía en El Toboso con una chica a la que había conocido recientemente. «Dicen que cumplía una condena de 20 años y que no había regresado a la cárcel de Ocaña después de un permiso, hace un mes y medio; llevaba poco tiempo por el pueblo», cuenta. «Yo he oído que era un poco peligroso y que había estado en la cárcel», manifiesta otro ciudadano de este municipio, conocido por ser la patria chica de Dulcinea, un personaje de Don Quijote de la Mancha y el amor del ilustre caballero.
Sin embargo, fuentes oficiales de la Guardia Civil aseguran que sobre él pesaban hasta cuatro requisitorias de juzgados de Toledo y Madrid para su ingreso en prisión, pero aclaran que no se le buscaba por no haber regresado a la cárcel aprovechando un permiso penitenciario. Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha han puntualizado a ABC que son entre 7 y 8 requisitorias, de las que al menos cinco ordenaban su ingreso en prisión.
Estampó el coche a la entrada de la calle
La Guardia Civil dio con el individuo de una manera casual. El 25 de mayo, a primera hora de la mañana, una patrulla del puesto del Toboso dio el alto a un vehículo, un Dacia Logan oscuro, para identificar a su único ocupante. El conductor aceleró y comenzó a callejear a gran velocidad por la localidad, intentando despistar a los dos agentes.
A la persecución se sumó otra patrulla del puesto de Quintanar de la Orden y las dos lograron que el individuo se detuviera en un camino agrícola. Pero, nada más bajarse los agentes y acercarse a su vehículo, el conductor reanudó la marcha con la intención de arrollar a uno de ellos y golpeó un vehículo oficial.
Logró abrirse paso y callejeó temerariamente por El Toboso hasta que entró en la calle Olózaga, donde impactó contra la fachada de la primera vivienda en el cruce con la calle Nueva. En ese momento, los guardias civiles lo detuvieron por los delitos de atentado contra agente de la autoridad y conducción temeraria .
Una vez fue identificado, se comprobó además que tenía pendientes hasta cuatro requisitorias de juzgados de Toledo y Madrid para su ingreso en prisión, aunque no han trascendido los motivos. El delincuente pasó a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Quintanar de la Orden. Se acogió a su derecho a no declarar y el juzgado decretó su ingreso en prisión.
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