Cae una banda con más de 500 antecedentes que traficaba con vehículos robados por encargo en Toledo y Madrid
La Guardia Civil ha esclarecido 40 delitos cometidos en 20 localidades, con un perjuicio patrimonial cercano a los 500.000 euros
La única mujer del grupo criminal, una española de 35 años, suma más de 200 antecedentes, la mayoría por delitos contra el patrimonio. Los dos cabecillas, polacos, han ingresado en prisión
Pierogi, una especie de ravioli, es el nombre de uno de los platos más típicos de la cocina polaca . Es una empanadilla de pasta rellena de toda clase de vegetales. Y Pierogi es, curiosamente, el nombre de la operación de la Guardia Civil en la que ha desarticulado un grupo criminal dirigido por dos polacos y que estaba especializado en el tráfico ilícito de vehículos robados.
Sus ocho integrantes están acusados de haber cometido al menos 40 delitos en 20 localidades de las provincias de Toledo y Madrid, donde sustraían los vehículos que después 'maquillaban' o desguazaban. Son, de momento, los casos que los investigadores han esclarecido. Se cometieron en nueve localidades de Toledo: Esquivias, Illescas, Seseña, Bargas, Cedillo del Condado, Toledo, Añover de Tajo, Numancia de la Sagra y Carranque. Y también en 11 municipios madrileños: Madrid, Aranjuez, Las Rozas, Villalbilla, El Boalo, Móstoles, Getafe, Alcorcón, Fuenlabrada, Pinto y Pozuelo.
Además de formar parte de un grupo criminal presuntamente, la Guardia Civil los acusa de 33 delitos de robo de vehículos, 4 delitos de receptación y 2 delitos de falsificación de documento público, con un perjuicio patrimonial cercano a los 500.000 euros . No obstante, con este golpe se han recuperado 14 automóviles, 5 centralitas de vehículos manipuladas, extractores de bombines y diversas piezas más.
La organización estaba compuesta por siete hombres y una mujer, con edades entre 31 y 45 años. Solo en los archivos de la Guardia Civil, los ochos arrestados suman 92 detenciones y 522 hechos delictivos. De éstos, más de 200 constan en la ficha de uno de sus miembros , la mayoría por delitos contra el patrimonio. Se trata de la única mujer del grupo, una española de 35 años, cuyos jefes, dos polacos, han ingresado en prisión. La banda se completa con cuatro marroquíes y otro español.
La Operación Pierogi arrancó a mediados del pasado año. Desde el cuartel de Illescas se inició una investigación para esclarecer quién estaba detrás de los vehículos robados que habían sido localizados en pueblos de la zona. La mayoría de estos automóviles, estacionados en la calle, eran de un mismo grupo empresarial, Volkswagen; y, dentro de cada marca, eran de un mismo modelo y de una misma antigüedad. También había otro elemento a tener en cuenta: habían sido sustraídos en municipios de las provincias de Toledo y Madrid utilizando una metodología muy similar .
Metodología criminal
Los autores sustraían los automóviles con varias finalidades: por un lado, para desguazarlos y venderlos por piezas; por otro, para 'maquillarlos' modificando las placas de la matrícula y el número de bastidor. También compraban un coche que había sufrido un siniestro y lo utilizaban para vender uno de los robados de su misma marca, modelo y antigüedad . Así lo ponían de nuevo en circulación sin levantar sospechas.
Sin embargo, la Guardia Civil puso nombre y rostro a los cabecillas, dos polacos, que eran los encargados de seleccionar los vehículos a robar, generalmente por encargo . Los sustraían durante la madrugada y en pocos minutos, utilizando extractores de bombines y clonando sus centralitas. Luego los dejaban estacionados en la calle para que se 'enfriasen' y evitar así ser descubiertos en el caso de que los coches dispusieran de algún sistema de localización.
Una vez en la nave, otros miembros de la organización eran los encargados del despiece o maquillaje del vehículo. En la última fase, un hombre y una mujer, ambos españoles, eran los encargados de deshacerse de los restos y piezas no identificables, que llevaban a chatarrerías.
Los investigadores localizaron una nave en Cedillo del Condado (Toledo) donde ocultaban los vehículos. Así lo pudieron constatar a simple vista los agentes, que observaron cómo introducían en ella un automóvil sustraído. Unas horas después, la Guardia Civil sorprendió y detuvo allí a uno de los jefes, además de arrestar al responsable de la nave cuando estaban llevando a cabo la transacción económica por este vehículo.
Luego hubo otros cuatro registros en las localidades de Yuncos, Illescas, Cedillo del Condado y Madrid . Se detuvo al resto de la banda.
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