Crimen en Las Ventas de Retamosa: el presunto sicario y los dos inductores se enfrentan a 40 años de cárcel cada uno
La Fiscalía acusa a Raúl Romero de ejecutar el asesinato de Mercedes Martín en 2018 por encargo de Luis, 'el Vacas', y de su esposa por entonces, María del Carmen
Ella, en libertad, fue detenida el pasado 26 de mayo junto a su actual pareja con una pistola cerca del pueblo
![Raúl Romero es conducido a los juzgados de Illescas después de su detención](https://s1.abcstatics.com/media/espana/2022/06/15/detenido-sicario-kB0--1248x698@abc.jpg)
4 de mayo de 2018, viernes. Minutos antes de las nueve de la mañana. Mercedes Martín Ayuso, de 41 años, es asesinada nada más salir de su casa, en la urbanización Monteviejo III de Las Ventas de Retamosa (Toledo). Conduce su coche, un Kia Cee'd, y se dirige con su hijo de 12 años al colegio. A la altura de una rotonda, en la confluencia de las calles Fuensalida y Casarrubios, un individuo dispara a la mujer desde una distancia muy corta. Ella muere y el niño sufre heridas de bala en las dos piernas.
20 de junio de 2020, lunes. Cuatro años después, Raúl Romero Aparicio será juzgado acusado de ser el sicario que acabó con la vida de Mercedes. Es un malagueño de 43 años que acababa de salir de prisión por robo cuando cometió presuntamente este encargo.
Pero el supuesto autor material del asesinato no será el único encartado en el juicio con jurado popular que se prolongará varios días en la Audiencia Provincial de Toledo. Por la sala pasarán testigos presos del miedo y se escucharán grabaciones comprometedoras.
Junto a Raúl estarán Luis del Castillo, conocido como 'el Vacas', y su esposa por entonces, María del Carmen Medrano, que fue detenida el pasado 26 de mayo junto a su actual pareja portando una pistola cerca de Las Ventas de Retamosa, según fuentes consultadas por 'ABC'.
Infidelidades y el destierro
En el juicio que arrancará el lunes, la Fiscalía los acusa de ser los inductores y cooperadores necesarios en el crimen de Mercedes y del asesinato en grado de tentativa de su hijo, que ahora tiene con 16 años. Raúl, el presunto sicario, se enfrenta a penas de cárcel que suman 46 años de prisión. En cambio, el Ministerio Público solicitará para Luis y María del Carmen 40 años para cada uno, porque no los atribuye la tenencia ilícita de armas ni un robo con fuerza, como al supuesto ejecutor del crimen. También están encartados, por delitos menores, un hermano de María del Carmen, Emilio, y una quinta persona, A. S. A., compañera sentimental de Raúl.
El relato detallado del Ministerio Público en su escrito de acusación da escalofríos, con un destierro de por medio e históricas familias mercheras (quinquis) implicadas. Todos los acusados y la víctima se conocían, ya que Mercedes, madre de otra hija, había trabajado para algunos de ellos. Primero, cuidando al padre de Luis, 'el Vacas', y luego como empleada de hogar para la familia de los presuntos inductores. «Fue ahí cuando comenzaron las desavenencias entre ambas partes», según la Fiscalía, que se sustenta en la prolija investigación de la Guardia Civil de Toledo. «Desavenencias motivadas tanto por determinadas conductas extramatrimoniales» de María del Carmen, que habían sido «presenciadas» por Mercedes, como por el «comportamiento amenazador» de Luis hacia la fallecida por no querer revelarle el comportamiento de su mujer. Además, acusaba a Mercedes de haberse apropiado de 30.000 euros que el matrimonio tenía oculto en su domicilio.
La pareja amenazaba a Mercedes con hacerle daño, a ella y a su familia, según la Fiscalía, que hace alusión en su escrito a un episodio concreto. Luis «tenía una pistola que le exhibía a la vez que decía: «Vete de aquí o te pego un tiro a ti y a tus hijos». Estas amenazas habían creado «tal temor» en Mercedes que le impedía denunciarlos, según el Ministerio Público, que revela otra circunstancia. Mercedes había comentado a su círculo más cercano que, si alguna vez le pasaba algo, a ella o a sus hijos, «los culpables serían» Luis y María del Carmen.
Por las quejas de Mercedes, el matrimonio fue expulsado de Las Ventas de Retamosa. El destierro fue acordado por los patriarcas de la zona por el comportamiento de la pareja, de lo que Luis y María del Carmen responsabilizaron a Mercedes. De hecho, el día de la expulsión Mercedes compareció junto con su hija ante los patriarcas, y en el acto sentenciaron a la víctima. «Que estaba muerta, que la iban a matar a ella y a sus hijos», revela la Fiscalía en su escrito, que recoge numerosos datos aportados en las diligencias por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandania de Toledo.
![Apeadero de Utiel (Valencia) donde Raúl fue detenido](https://s2.abcstatics.com/media/espana/2022/06/15/utiel-detenido-k0TH--510x349@abc.jpg)
Luis y María del Carmen, junto con sus cuatro hijos, se marcharon a Badalona (Barcelona) para residir temporalmente. Allí coincidieron con una hermana de María del Carmen, que residía en la cercana localidad de San Adriá de Besos, y con el presunto sicario, Raúl, que vivía a solo 12 kilómetros, en Moncada y Reixach, junto con su pareja sentimental, A. S. A., procesada en este juicio. Y a Luis y María del Carmen les resultó fácil contactar con Raúl «al moverse ambas partes por los mismos ambientes de delincuencia», según la Fiscalía.
María del Camen y Luis contrataron a Raúl para asesinar a Mercedes y a su hijo de 12 años, a los que no conocía. Compraron también dos teléfonos móviles y dos tarjetas para estar en contacto con el sicario, que ejecutó el crimen el 4 de mayo. Según la Fiscalía, Raúl iba al volante de un turismo negro, sustraído en Getafe (Madrid) y con el que obligó a Mercedes a que detuviera bruscamente su coche. Él bajó del suyo empuñando una pistola que tenía el número de identificador borrado y descerrajó siete disparos por el cristal de la ventanilla del lado del conductor, donde estaba Mercedes. Ella murió y su hijo resultó herido en sus piernas.
Raúl huyó y cambió de vehículo en Torrejón de la Calzada (Madrid), donde antes de seguir su fuga incendió el turismo con el que había cometido el crimen, según la Fiscalía. Con otro vehículo robado prosiguió su escapada, pero tuvo un accidente en Fuenterrobles, una pequeña población valenciana a 300 kilómetros de Las Ventas de Retamosa. Finalmente, fue detenido en un apeadero de autobuses en Utiel. Llevaba la pistola con la que se había cometido el crimen de Mercedes.
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