«Un coche no es un videojuego»
Voluntarios de Aspaym en silla de ruedas piden a conductores a pie de carretera que vigilen las condiciones de sus vehículos para evitar accidentes de tráfico con trágicas consecuencias
«Llevábamos los bolsillos llenos de papeletas para que nos tocara. Positivo en alcohol, cannabis, exceso de velocidad y sin cinturón de seguridad abrochado. A mí me tocó el premio gordo. Salí despedido del coche. Si hubiese llevado puesto el cinturón, posiblemente no habría quedado en silla de ruedas. Ocurrió el 19 de agosto de 1983. Por tanto, voy a cumplir 33 añitos. Yo es que tengo dos fechas de cumpleaños».
Lo cuenta Lorenzo Fernández , de Badajoz, después de coger un poco de aire. Tenía 25 primaveras cuando sufrió un accidente de tráfico en Almendralejo. Era soldador. «Te complicas mucho la vida a partir de un accidente que te deja en silla de ruedas», admite. Ahora, da charlas en autoescuelas a la gente que pierde los puntos del carné de conducir. «Cuando entro, el personal está de cachondeo, pero, cuando me marcho, todos se quedan muy serios y callados. Los profesores de las autoescuelas me lo dicen: ‘Loren, los has dejado como una balsa de aceite’».
Lorenzo es uno de los cuatro voluntarios de Aspaym (asociación nacional de lesionados medulares y grandes discapacitados físicos) que han ofrecido este martes sus consejos a conductores que circularon por el kilómetro 13 de la N-400, al nordeste de la capital regional, entre las diez y las once de la mañana. Desafortunadamente, los cuatro hablan desde la experiencia de quedarse de por vida en una silla de ruedas debido a un accidente de tráfico.
Esta campaña de la DGT se extenderá hasta el domingo, en colaboración con Aspaym, en las provincias de Toledo, Cuenca y Albacete. Se incidirá en las condiciones de los vehículos a motor —motocicletas y ciclomotores incluidos— y sus elementos de seguridad. Esta iniciativa —con el lema «No cambies de ruedas»— «mira por las vidas de los demás», recalca el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, José Julián Gregorio .
El cara a cara con el conductor es mucho más efectista. «Es muy distinto que te digan por la televisión que te pongas el cinturón a que te vean en persona, en silla de ruedas, y les digas que estás así por no llevar el cinturón de seguridad puesto en el coche o por ir bebido», añade Lorenzo. «Que la gente no se monte en un coche creyendo que es un videojuego», sugiere.
Mamen Movillán tampoco llevaba el cinturón de seguridad abrochado cuando salió despedida del vehículo en el que viajaba. Tenía 33 años. A pesar de su traumática experiencia, sigue conduciendo, «no tengo ningún miedo». Pero su paso por el Hospital Nacional de Parapléjicos le capacita para dar consejos a otros conductores.
Lo mismo que a Julián Alonso , un policía nacional retirado por un accidente de tráfico en septiembre de 1995. Al coche policial que conducía se le rompió la dirección. Desde su silla de ruedas, Julián pide a José Antonio, de Alameda de la Sagra, que siempre se ande con ojo en la carretera.
Positivo en drogas
José Antonio es uno de los conductores a los que la Guardia Civil de Tráfico paró ayer durante la hora que se prolongó el control en el kilómetro 13 de la N-400. En ese periodo de tiempo, se realizaron 159 pruebas de alcoholemia, todas con resultado negativo, y una de drogas, que dio positivo en cocaína, cannabis y anfetaminas.
«Si pudiera conducir, ahora mismo cogía el coche», reconoce José Ramón del Pino , presidente de Aspaym en Toledo. Su altura le jugó una mala pasada en mayo de 1998. Debido al reventón de un neumático nuevo, este ingeniero de Caminos se golpeó con el techo del coche y se quedó tetrapléjico. En su caso, no fue el desgaste del neumático, que se suele apurar, a pesar de que es uno de los elementos de seguridad más importante del vehículo, subraya el teniente coronel José Antonio Mingorance, jefe del Sector de Tráfico de Castilla-La Mancha.
«El parque móvil en España es bastante viejo, por eso es muy importante que todos los elementos de seguridad estén como Dios manda. Si tú cuidas tu coche, él te cuidará », asegura Del Pino.