El Circo Roncalli, que usa hologramas en vez de animales, confía en una empresa toledana para su nuevo espectáculo
Ratz Lab, dirigida por Gregorio Ortega, abre el 'show' con un impactante vídeo de cuatro minutos y medio de duración
El Circo-Teatro Roncalli , de Alemania, se hizo mundialmente popular en 2019 por presentar proyecciones de elefantes, caballos salvajes, monos o peces voladores gracias a hologramas. Pero su fama por el uso de la tecnología 3D se vio frenada en seco por la pandemia del coronavirus. Sin embargo, el pasado jueves por la noche, en la localidad germana de Recklinghausen, presentó por fin, y con mucho éxito, el nuevo espectáculo con el que girará solamente por Alemania y Austria hasta diciembre.
Detrás de su asombroso montaje se encuentra una empresa española, concretamente de Toledo: Ratz Lab Eventos Audiovisuales S. L. En ella ha confiado el Circo Roncalli, fundado en 1976, para sorprender al público esta temporada. «Cada dos años renuevan el espectáculo y nosotros presentamos una propuesta que los convenció », explica a ABC Gregorio Ortega Bermúdez, gerente y director creativo de la firma, que tiene el estudio en el polígono industrial de la capital de Castilla-La Mancha.
Aquello ocurrió hace justo dos años, pero el 'show' no pudo representarse por el estallido de la pandemia. «La intrahistoria es que nosotros ya estábamos contratados en el 2020 para iniciar este espectáculo, habíamos ido a Alemania para estrenar y, justo el día antes, cancelaron todos los eventos de más de mil personas », recuerda Gregorio.
«Todo el montaje se quedó parado al cien por cien por culpa de la pandemia y en los últimos meses ha habido intentos para arrancar de nuevo con el espectáculo, pero las olas del COVID-19 lo han impedido». Hasta el pasado jueves, cuando se estrenó con un «rotundo éxito», presume Gregorio. «Es el mismo montaje que se diseñó hace dos años, con alguna modificación» , añade el gerente de Ratz Lab, que cambiará su nombre comercial a Mixed porque ha comenzado a realizar trabajos en realidad virtual y aumentada.
«Nosotros abrimos el espectáculo circense en una pantalla circular de unos 30 metros lineales -explica Gregorio-. Sobre una gasa que es prácticamente transparente al ojo humano, se proyecta una imagen continua en 360 grados con once proyectores». «Hemos creado unos contenidos en un vídeo de unos cuatro minutos y medio de duración -continúa-, en el que se desarrolla una pequeña historia» dentro de una función de unas dos horas y en la que participan también artistas españoles. Además de la apertura, la empresa de Gregorio se encarga de las proyecciones en el suelo de un circo que viaja en tren, no en camiones, para llegar a su destino.
El debut, el pasado jueves, fue en una población germana de unos 125.000 habitantes, cincuenta veces más que el censo de Villasequilla, el pequeño pueblo toledano de donde Gregorio es oriundo y que ronda los 2.500 parroquianos. Pero sus paisanos no podrán ver el espectáculo si no viajan hasta Alemania o Austria , porque la gira del Roncalli, un circo con aires clásicos, no sale de esos dos países.
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