El cine vuelve a Quintanar de la Orden
La proyección de películas en sala ha vuelto a este municipio toledano de 12.000 habitantes, que está de actualidad por el estreno de «Villaviciosa de al lado»

En Quintanar de la Orden, muchos de sus 12.000 vecinos ya habrán visto la película española «Villaviciosa de al lado», cuyo argumento nace de una supuesta historia real que habría ocurrido en este pueblo toledano:algunos de los diez décimos premiados con el gordo de la Lotería de Navidad de 2013 habrían sido repartidos en un prostíbulo. Sin embargo, el alcalde de entonces aseguró que todo era un bulo.
Los quintanareños que aún no hayan acudido al cine, y que estén impacientes por ver la nueva película deNacho García Velilla, estrenada el 2 de diciembre, podrán hacerlo a partir de este miércoles (y hasta el lunes 12 de diciembre) en el Quintanar Cinema, la única sala del pueblo, que reabrió sus puertas el 25 de noviembre.
El local es, en realidad, el auditorio del centro cívico del pueblo. La empresa Proyecfilm ha invertido casi 50.000 euros en equipamiento de última generación. «Hay que vender muchas entradas (a 5 euros cada una) para recuperar la inversión. De los estrenos de las películas, el 60 por ciento de lo que se recauda en taquilla es para la distribuidora», explica Alberto Fuentes , un salmantino de 25 años que está al frente de la empresa familiar Proyecfilm S. L. junto con su padre, Joaquín , de 58 años.
La verdadera escuela
Fuera de Quintanar, el cine más cercano se encuentra en Alcázar de San Juan (Ciudad Real), a 35 kilómetros, y luego Madrid, a 120 kilómetros, lo que conlleva un gasto extraordinario en combustible y tiempo, según explica Sebastián Parla Muñoz (42 años), uno de los tres empleados del Quintanar Cinema y vecino de la localidad.
Alberto y su progenitor llegaron a este pueblo toledano gracias a Sebastián, quien en octubre habló con ellos de la posibilidad de proyectar películas. «A Alberto y a Joaquín los conozco porque yo proyecto películas en cines de verano. Les propuse la idea porque Quintanar llevaba sin cine once años hasta que una empresa se hizo cargo de la sala hace unos meses, pero no funcionó», recuerda Sebastián.
A cambio de la inversión de casi 50.000 euros y el módico precio de la entrada al cine a 5 euros, el Ayuntamiento ha cedido el uso de la sala del centro cívico (324 butacas) a Proyecfilm, que se encarga también durante todo el año de la gestión y de la programación de salas de cine en pueblos de Salamanca, León, Lugo, Granada, Córdoba y Extremadura, además de la proyección de películas en cines al aire libre cada noche en pueblos donde no pueden disfrutar de la gran pantalla habitualmente.
La sala abre de viernes a lunes, y el horario se ampliará, excepcionalmente, en Navidades, Semana Santa y verano
Esos cines de verano fueron la verdadera escuela de Alberto , quien aprendió la profesión casi desde la cuna. Su padre, que lleva toda la vida dedicado a esto —empezó con los cineclubes—, fue quien le enseñó los entresijos del negocio. «Lo he mamado desde pequeño. Con 10-12 años yo ya manejaba el proyector de 35 milímetros sin ningún problema. Pero esto ha cambiado muchísimo; el 35 mm desapareció y la manera de trabajar ahora no tiene nada que ver con la de antes», se lamenta Alberto, quien decidió volcarse en su profesión tras acabar Bachillerato en el instituto.
«Con el proyector digital es más fácil llevar los estrenos a los pueblos. Antes, con el 35 mm., había un número de copias y, si querías proyectar una película en un pueblo, tardaba cuatro o cinco semanas en llegar. La cinta ya estaba quemada, o la gente la había visto en internet», recuerda. «Pero ahora, con el proyector digital, en la primera o en la segunda semana los estrenos llegan a los pueblos con una calidad inmejorable. Además, solo es apretar un botón en un ordenador, incluso desde casa yo enciendo y apago el proyector con solo disponer de una conexión a internet. Pero se ha perdido el encanto que había entonces», concluye Alberto.
La relación de su familia con el celuloide se asemeja mucho a la que se cuenta en la cinta italiana «Cinema Paradiso» (una declaración de amor al cine). De hecho, hay una película holandesa, «Cine Ambulante», en la que se narran las vicisitudes de Alberto y de sus padres llevando cine por los pueblos de España.
Ahora están en Quintanar de la Orden, donde la sala abre de viernes a lunes, salvo en vacaciones de Navidad, Semana Santa y verano, cuando será todos los días. Como excepción, el horario se ampliará a este miércoles y a este jueves con motivo del largo puente de la Constitución y de la Inmaculada.
El personal
Sebastián es el jefe de la sala, el portero y el encargado del proyector; su mujer, Ana María Romero Mora (42 años), vende palomitas y bebida, y María del Carmen Escudero Díaz (la más joven, 25 años) está en la taquilla. Sebastián no es nuevo en esto. Desde hace diez años, tiene una empresa de sonido e iluminación que da servicio a acontecimientos y espectáculos en Castilla-La Mancha y Madrid. Además, lleva los últimos cuatro años proyectando películas por los pueblos en verano.
Sebastián dice que Quintanar necesitaba tener una sala en funcionamiento, porque en el pueblo hay afición, pero la gente se iba fuera porque no había ningún recinto. Ahora, el cine se abre al espectador en el centro cívico del pueblo. Sebastián, Ana María y María del Carmen aguardan en la sala. «Villaviciosa de al lado» también espera a partir del 7 de diciembre.
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