Cigarrillos y bolsas de basura, puntos claves en el juicio de un presunto secuestro en Santa Olalla
Los peritos sólo hallaron el perfil genético y huellas de la víctima y de un acusado en el club
La Guardia Civil solamente halló en el club Erótica de Otero el perfil genético de ADN de uno de los cuatro procesados por un presunto secuestro en noviembre de 2017. La huella genética de Carlos apareció en unas bolsas de basura, donde también se encontró el perfil genético de Federico, la supuesta víctima.
«No había de los otros tres acusados» , aseguraron este miércoles dos de los numerosos peritos y testigos de la Guardia Civil que declararon en la segunda jornada del juicio en la Audiencia provincial de Toledo.
El primer día, los inculpados -Carlos, Abel, Nicolae y Rubén- sostuvieron que el secuestro había sido organizado por Federico, aunque dos investigadores de la Guardia Civil aseguraron al tribunal que no hallaron indicios de un rapto fingido. Además, otro agente de la unidad central de Homicidios, Secuestros y Extorsiones, que estuvo presente en la segunda declaración ampliada de la presunta víctima, ratificó este miércoles el testimonio de sus compañeros. «Estaba asustado y preocupado por las represalias», dijo. «Declaró que iba pagando las deudas por estupefacientes a estos hombres, pero el importe no disminuía», añadió el guardia civil.
Preguntas
Por otra parte, los cigarrillos recogidos en el club llevaban el ADN de la víctima, una circunstancia que el presidente del tribunal, Urbano Suárez, corroboró con una pregunta retórica a los peritos para aclarar ese extremo.
No fue la única que hizo. El magistrado también inquirió para tener claro que únicamente encontraron el perfil genético de Carlos y de Federico en las bolsas con las que estuvo maniatado en el club Erótica.
En este establecimiento, que estaba cerrado al público, los investigadores localizaron vestigios de la víctima en varias estancias, además de nueve huellas dactilares en bolsas de basura y en un paquete de tabaco.
Las bolsas de basura con las que Federico habría estado maniatado generaron también otra pregunta del presidente del tribunal. «¿Estaba rota?», cuestionó a un perito. «Estaba como desgarrada aparentemente», contestó el especialista de la Guardia Civil.
Fuera del club, los peritos sí hallaron el perfil genético de alguno de los otros encartados en los coches que presuntamente se utilizaron para el secuestro. Y afirmaron que la habitación donde la víctima estuvo supuestamente encerrada se encontraba amueblada y desordenada.
Además, la Guardia Civil analizó teléfonos móviles de los acusados. En uno, el de Rubén -camello y prestamista de Federico-, encontraron un intercambio de mensajes por WhatsApp, audios y llamadas con Carlos y con el denunciante. Podrían guardar relación con el supuesto secuestro; una circunstancia que el tribunal tendrá que valorar.
En esos mensajes se indica que Federico tiene una deuda acumulada de algo más de 28.000 euros, y en otro Carlos indica a Rubén cómo cobrar esas obligaciones. En este contexto, al agente que analizó el teléfono le llamó la atención un wasap de Rubén a Federico en el que le comunica que, si no paga, ya sabe a quién mandará para cobrar.
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