‘Las chapas’: okupación, trapicheo de droga, desórdenes y puñaladas
Tres bloques de pisos en Torrijos traen de cabeza a vecinos y a agentes de la ley
«Lo mismo te apalean, ten cuidado. Está lleno de chusma», advierte un agente de la ley antes de llegar a ‘Las chapas’, propiedad de un grupo financiero líder del mercado español. Es un conjunto de pisos que se levantan en bloques en la calle Ministro Juan José Benayas. Está en el barrio Puerta de Maqueda, a unos 300 metros andando del Ayuntamiento de Torrijos.
Hay cuatro edificios, dos enfrente de otros dos y separados por un patio comunitario. En tres de ellos, de tres plantas más buhardilla según cada tipología, viven numerosas personas conflictivas y se conjuga el verbo ‘okupar’ . «Aunque no todos los vecinos son mala gente», puntualizan mientras se recuperan de los dos apuñalamientos que hubo la pasada semana.
El sobrenombre a los bloques se lo pusieron hace unos meses por unas chapas que bordean la calle peatonal de los pisos. Dicen que, «sin duda», es la zona más conflictiva en este pueblo de unos 14.000 habitantes, y numerosos vecinos de los alrededores están hartos. Llaman «a diario y de forma constante» a la Policía local y a la Guardia Civil , cuyo cuartel tiene una avería en su centralita telefónica desde hace varios días y no se puede contactar con los agentes a través del número 925 76 01 78.
Las puertas de acceso a los edificios están reventadas. Una tiene los cristales destrozados; otra, con unas maderas a modo de parapeto y una tercera, sin cerradura. Una silla de oficina giratoria está destartalada a la entrada de este portal, al lado de un cubo industrial de basura y justo debajo de las banderolas que decoraron la fiesta organizada el domingo pasado y a la que acudieron más de 150 personas.
Al otro lado de la calle Hurtada, paralela a los bloques, sólo queda un cable de lo que fue una cámara que el ayuntamiento había instalado para funciones de tráfico. A pocos metros, la entrada a uno de los garajes subterráneos, donde la Policía local encontró dos coches robados, un Audi Q7 y un Audi Q4.
Si uno levanta la vista en ese punto, comprobará que el exterior de los bloques presenta un aspecto más o menos deteriorado según la planta, mientras una mujer sacude una enorme alfombra hacia la calle. Y, por los vanos a la altura de la calle, se observan enseres apilados en los patios interiores.
«Hay una acumulación brutal de ocupación ilegal -cuentan-; de okupas malos» , que desde hace unos tres años vienen generando problemas de ruidos, de convivencia y de alteración del orden público, además de trapicheo de droga y un constante desprecio a los agentes de la autoridad cuando se personan. «Se han producido muchísimos incidentes violentos -aseguran- y hay un problema de seguridad brutal».
Todo eso sucedía hasta la semana pasada, cuando la espiral de violencia pasó a mayores. En un intervalo de 26 horas, hubo dentro de los bloques dos apuñalamientos en sucesos que no están relacionados. «Hasta ahora no habían ocurrido ese tipo de agresiones», aseguran en ‘Las chapas’, donde algunos menas (menores extranjeros no acompañados) se han instalado también.
«Fueron a matar»
La madrugada del viernes, un magrebí de 52 años resultó herido en una vivienda okupada a manos de otro hombre, pero no denunció los hechos. «Fue un toque de atención», dicen algunos. En cualquier caso, la Guardia Civil tiene abierta una investigación, aunque no es la única en esos bloques. La madrugada del sábado, un venezolano de 26 años y un colombiano de 34 apuñalaron a un compatriota de éste último, de 44 años.
Los dos primeros fueron detenidos y al herido, que se encuentra ingresado en el Hospital Virgen de la Salud de Toledo, se le ha tomado declaración, pero no ha sido arrestado. Por el pueblo corre la versión de que la víctima habría fallecido, aunque no es verdad. «Fueron a matar. Le dieron una puñalada en el cuello mientras lo cogían entre los dos» , asegura un vecino mientras describe el escenario dantesco que quedó después de la agresión en la planta de un bloque.
«El ambiente es muy malo. La zona es muy complicada» , afirman en el barrio, donde critican la desidia de los bancos en los deshaucios y la falta de agentes para dar soluciones en ‘Las chapas’.
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