Abel Garrido: «Pinto las calles de Toledo por las que paseo; vendo mi tierra, ¿para qué voy a vender otra cosa?»

A sus 68 años, expone en Torrijos hasta el 28 de mayo y está reuniendo cuadros suficientes para montar una muestra en la capital regional

Uno de los cuadros de Garrido: la calle Ancha o del Comercio, en Toledo

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Es la primera exposición en Torrijos, a 8 kilómetros de su pueblo, Alcabón. Abel Garrido Rodríguez lo intentó antes de la pandemia, pero la cosa se paró. Ahora muestra 29 de los 40 cuadros que llevó al palacio de Pedro I, donde los tendrá colgados hasta el 28 de mayo.

Hay variedad en la temática, pero al visitante quizá le llamará la atención el breve recorrido por el casco viejo de Toledo. «Los tejados desde el alcázar y las calles por las que paseo: Comercio, Tornerías... Toledo me encanta», remarca. «En mis cuadros sale gente porque yo no conozco Toledo sin gente », explica este pensionista de 68 años.

El pintor, en su exposición Marcela Carrillo Recio

La exposición lleva por nombre 'Miradas de nuestra tierra'. El título no está elegido al azar si uno escucha a Garrido, que así firma sus obras: «Cada vez que salgo de la provincia, vendo Toledo. Ha venido mucha gente de Cantabria, que es donde veraneo, y les llevo vino de la tierra. Vendo mi tierra, ¿para qué voy a vender otra cosa? », sentencia el pintor, que se ha volcado en su pasión desde que se jubiló.

«En el instituto de San Cristóbal en Madrid, tuve una buena profesora, María Jesús, que me inculcó la pintura; a mí y a otro niño nos llevaba al Museo del Prado, a dibujar al natural y despertó en mí ese interés», explica pausado.

Natural de Alcabón, Garrido marchó a Madrid con siete años. Pero nunca perdió la relación con su pueblo. Tuvo una empresa de limpieza y trabajó también como conductor de los autobuses urbanos en la capital de España, donde sus compañeros le pedían retratos .

Esta semana ha terminado los evangelistas para la cúpula de la ermita de su municipio. «Los modelos de los cuatro evangelistas somos del pueblo», desvela este paisano de Alcabón, cuya iglesia, del siglo XVII, ya atesora alguna de sus obras. Es el caso de un cuadro de Cristo abrazando a san Bernardo y otro de la Virgen del Rosario, patrona de Toledo, la ciudad que cautiva a Garrido.

Él ya está dándole vueltas a sus próximos cuadros sobre el casco histórico de la capital regional. Quiere preparar una exposición que recoja el aura de los paisajes y de las calles históricas que Garrido pisa cuando pasea por Toledo.

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