30 de marzo de 2010: Cristina murió tras una agonía de dos o tres días

Cuatro días después de su desaparición, Cristina Martín de la Sierra, de 13 años, fue encontrada muerta en una antigua cantera de yeso, situada en el paraje «La Veguilla» , a las afueras de Seseña.

Allí se citó el 30 de marzo de 2010 con otra menor, C. H. S., de 14 años y compañera de estudios en el Instituto de Enseñanza Secundaria «Margarita Salas» de Seseña, donde Cristina era una auténtica líder entra las chicas de su edad.

Ese día, las dos muchachas discutieron, al parecer, por un chico y el asunto atravesó una línea roja. C. H. S. agarró fuertemente del cuello a Cristina para asfixiarla. Debido al forcejeo, Cristina cayó al suelo, lo que C. H. S. aprovechó para propinarle varios golpes en la cabeza con una piedra. Cristina quedó inerte, momento que aprovechó C. H. S. para provocarle varios cortes, uno de ellos profundo, en la muñeca izquierda con una navaja. A continuación, arrojó piedras y tierra sobre el cuerpo de la víctima, abandonó a Cristina en estado de inconsciencia y la muchacha murió desangrada en ese lugar. Su agonía pudo durar entre dos y tres días, según los datos de la autopsia que reveló la familia de la víctima.

La autora del crimen contó a su amiga N. N. N. cómo mató a Cristina y, posteriormente, ambas acudieron al lugar donde yacía la menor. N. N. N. no delató a su amiga.

En diciembre de 2010, C. H. S. reconoció su autoría en el juicio en el juzgado de Menores de Toledo. La fiscalía recalcó que la encausada no tenía alteradas sus facultades mentales, por lo que tuvo conocimiento del alcance de sus hechos y, por tanto, plena responsabilidad. Fue condenada a cumplir cinco años de internamiento en régimen cerrado y tres más de libertad vigilada. La encubridora, N. N. N., tuvo que cumplir dos años de internamiento en régimen semiabierto.