Los 211 vendedores de la ONCE en la provincia vuelven a repartir ilusión
Desde el lunes 15 de junio retomarán el contacto con sus clientes
Los 211 vendedores de la ONCE en la provincia de Toledo vuelven a las calles el próximo 15 de junio para seguir llevando la ilusión y retomar el contacto con sus clientes y con las muchas personas que, de forma solidaria, compran los productos de lotería.
Este regreso se realiza en función de la normativa vigente del proceso de desescalada aprobada por las autoridades y, muy especialmente, una vez que se han garantizado las medidas de seguridad para los vendedores de Toledo y sus clientes, mediante la debida información y la puesta a disposición del material necesario, al igual que para el resto de trabajadores de la organización.
Margarita Nieto es una de esos «centinelas de la ilusión» que volverá a las calles desde su habitual punto de venta. Es ciega total y durante el confinamiento ha sido todo un ejemplo de superación, saliendo a la calle cada vez que ha tenido que ir a realizar la compra. Además se ha encontrado con bastantes clientes que no han parado de preguntarle cuando iba a volver a trabajar.
Otro de los vendedores que abrirá su quiosco habitual es Antonio Isabel Ruiz , quien ha estado estos meses aprovechando para arreglar el jardín de su casa y preparando la piscina para hacer frente a las altas temperaturas.
También volverá a su ruta de venta habitual Jesús Alcón , quien reparte la suerte y la ilusión entre Seseña y Ocaña . Ha estado bastante en contacto con algunos de sus clientes, al igual que Esther Hontoria , una vendedora muy jovial, que ha llevado el confinamiento con mucho optimismo al cuidado de su familia. Ella volverá a vender los productos de juego de la ONCE entre Torrijos y Barcience .
Y en Talavera de la Reina , la ciudadanía verá repartiendo ilusión en sus respectivos quioscos a Antonio Pérez y Débora Fernández , dos vendedores con discapacidad visual grave. Antonio es usuario de perro guía, lleva más de 25 años trabajando como vendedor, está casado y tiene una hija de diez años. Débora es muy querida en el centro comercial donde tiene su punto de venta y compatibiliza a la perfección su vida laboral con la familiar al ser madre de dos hijos.
Como Margarita, Antonio, Jesús, Esther, Antonio y Débora, muchos vendedores han añorado durante tres meses esta vuelta a las calles y el contacto con sus clientes habituales, equipados con toda la seguridad posible para seguir repartiendo la mucha ilusión acumulada estos días.
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