Toledo Olvidado 5: nostalgia y esperanza
El quinto libro de fotografía histórica de Eduardo Sánchez Butragueño evoca a través de 320 nuevas imágenes el pasado de Toledo con la mirada puesta en el futuro
Eduardo Sánchez Butragueño lo ha vuelto a hacer. Su nuevo libro, la quinta entrega de Toledo Olvidado , es otra maravilla de la fotografía histórica que nos recuerda lo que fuimos, pero también lo que seremos; que todo pasa, que volverán los empujones y las risas en las filas de colegios si mascarillas, como la imagen tomada en 1977 por el fotógrafo australiano Brian Maclnerney en la plaza de la Bellota, donde el colegio Infantes tuvo su sede entre 1559 y 1980, fecha en la que se mudó a su actual ubicación en la avenida de Europa. Los chavales aparecen formando una desordenada pero alegre fila antes de entrar a clase en un día lluvioso. Esta imagen, que ilustra esta información, es solo una de las más de 300 que se incluyen en la nueva obra del académico, ingeniero y creador del blog ‘Toledo Olvidado' , realizada, una vez más, con «absoluta libertad», gracias al micromecenazgo, en el que de nuevo se han volcado decenas de toledanos; sin ayudas, ni subvenciones y gracias a un laborioso trabajo de años de investigación y recopilación de imágenes de la ciudad de Toledo.
Esta edición llega cuatro años después del último libro de la saga y es la más especial «por coincidir con la época más complicada que nuestra sociedad recuerda en muchas décadas» y que a su autor, Sánchez Butragueño , también director de la Real Fundación Toledo, le ha servido de «refugio para la esperanza», como confiesa en el prólogo. «Me di cuenta del poder que tiene la fotografía histórica para provocar sentimientos que, a través de la nostalgia, despierten ilusión por una vida diferentede la que nos brinda el tiempo presente. Aquellas imágenes antiguas que mostraban a nuestros padres y abuelos, o a nosotros mismos, disfrutando sin miedo en fiestas populares, romerías y celebraciones multitudinarias, nos recordaban que todo este mal sueño terminaría antes o después».
La portada y la contraportada son dos preciosas imágenes del fotógrafo y piloto sueco Åke Åstrand, que en octubre de 2019 donó al Archivo Municipal un álbum de fotografías de la ciudad de gran calidad técnica y artística que realizó en noviembre de 1962. La primera está llena de vida y color, con un grupo de chicos jugando a las canicas pasado el puente de San Martín, y en la segunda, un sacerdote con sotana pasea con otro hombre por la carretera del Valle.
El libro se articula en cuatro bloques. El primero está dedicado al siglo XIX, con autores poco conocidos y no abordados en volúmenes anteriores como fotografías de autores de gran renombre que demuestran, según Sánchez Butragueño , que «el filón de las imágenes decimonónicas es poco menos que inagotable». Las primeras décadas del siglo XX también están representadas con imágenes de un río Tajo protagonista de la vida toledana y con entrañables escenas cotidianas, como la foto de la colección de Javier Felage que escogió para la campaña de captación del libro: unas parejas bailando en el Valle en 1925 que «no eran conscientes del maravilloso mensaje que estaban enviando a los que verían esa foto un siglo después: que todo pasa y que hay que disfrutar cada instante de la vida». Y tampoco se imaginaban los difíciles años de la Guerra Civil, el tercer bloque del libro, con dolorosas imágenes y poco conocidas de aquellos días tomadas por grandes fotógrafos, como Erich Andres o James Abbe.
Historias paralelas
Por último, el capítulo más extenso recoge desde la dura posguerra hasta el confinamiento y Filomena y contiene también preciosas historias paralelas, como la que se desentrañó gracias a la publicación de una imagen del fotógrafo holandés Sem Presser cuando se identificó a los miembros de una familia que posaba en la calle Ancha: los niños Pilar y Ángel Modrego Navarro, que aparecen junto a sus padres en 1955.
Un año y medio después esta foto vuelve a darme un alegrón: ¡los niños que aparecen se han identificado! Se trata de Pilar y Ángel Modrego (no son gemelos), junto con su madre (señora Navarro, que aún vive) y su padre. Me encanta unir la magia de la fotografía a la de internet.😍 https://t.co/w6fux8YylP
— Toledo Olvidado (@Toledo_Olvidado) November 26, 2020
Y con este espíritu, el de salir adelante y el del poder de la fotografía, llega esta quinta edición tras los tres primeros volúmenes que conformaron la triología inicial y el ‘Toledo Olvidado, 10 Años’, que a partir de ahora pasará a llamarse ‘Toledo Olvidado 4’. El quinto volumen está recién sacado del horno y fue presentado hace solo unos días por la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, en el centro cultural San Marcos. Otro viaje por la historia de la ciudad para disfrutar con imágenes únicas.