«Será una alegría hablar a los toledanos de lo que todos los días está en mi mano: la Eucaristía»
José Antonio Jiménez, «Quillo», pregonero del Corpus 2016
Párroco de San José Obrero y consiliario de la Junta de Hermandades, Cofradías y Capítulos de Semana Santa, José Antonio Jiménez, «Quillo», será este año el encargado de pronunciar el pregón del Corpus en el Teatro de Rojas el 18 de mayo . Es u no de los sacerdotes más conocidos y queridos en la ciudad. en donde tiene una legión de seguidores entre la juventud porque contagia su entusiasmo a todo el que le rodea. Por sus campamentos de verano en Cádiz, que son casi un «bautizo social» para los adolescentes toledanos, han pasado en los últimos quince años miles de jóvenes. Está organizando ya el Camino de Santiago en julio, como siempre, y el viaje a Polonia, con don Braulio, para la Jornada Mundial de la Juventud.
-¿Es un gran honor para un gaditano pronunciar el pregón del Corpus toledano?
-Es un gran honor para mí, pero yo no nací en Cádiz, como todo el mundo cree por mi apodo (Quillo), nací en el Sahara español, en donde estaba destinado mi padre, pero cuando tenía siete años le trasladaron a Toledo, a los Bloques. Mis padres son los que viven en Cádiz desde hace 35 años.
-¿Qué sintió cuando le nombraron pregonero del Corpus?
-Me llamó hace unas semanas el vicealcalde José María González y me dijo que, con el apoyo de toda la Corporación, me habían elegido para pronunciar el pregón del Corpus. Doy las gracias a todos los grupos del Ayuntamiento y, de manera particular, a la alcaldesa, Milagros Tolón.
-¿Qué supone para un sacerdote ser pregonero de esta fiesta tan toledana y tan religiosa?
-Es una alegría poder hablar de lo que todos los días está en mi mano, que es la Eucaristía, lo que todos los días celebro en mi iglesia.
-¿Tiene ya pensado cómo va a ser su pregón? ¿Alguna novedad?
-Va a ser interactivo, dinámico, no va a ser solo un pregón leído, será un teatrillo con música y textos.
-¿Qué recuerdos tiene de los «corpus» de su infancia?
-Salí en la procesión de pequeño, con los Maristas, en donde estudié y, ahora, todos los años me toca acompañar a los niños de Primera Comunión. Es una manera de volver a mis raíces.
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