Toledo
Juan Diego: «Que la izquierda esté en el Gobierno no deja de ser histórico»
El actor ha recogido en Toledo el premio «Abogados de Atocha» con el que se reconoce la trayectoria, la defensa de la libertad y el compromiso político
A Juan Diego Ruiz Moreno (Bormujos, Sevilla, 1942) nadie le conoce por sus apellidos. Sus amigos le llaman Juanito; para el resto del mundo es Juan Diego, y es uno de los grandes actores españoles y referente para la escena nacional. Sin embargo, para la mayoría seguirá siendo el señorito Iván, de «Los santos inocentes», un actor admirado por ser el hombre que cambia de rostro, de acentos y de timbre de voz en esas seis décadas que lleva subido a un escenario, en platós de televisión y en el cine. Este miércoles volvió a Toledo —una ciudad en la que afirma se siente muy feliz y que recorre de vez en cuando— para recoger el Premio Abogados de Atocha.
A Juan Diego le contemplan más de 200 programas de televisión, más de 50 largometrajes, obras de teatro y una cincuentena de premios y galardones. Ha trabajado prácticamente con todos los intérpretes y directores del país, aunque quizá habría que decir que son ellos los que han trabajado con él . Además, el intérprete es una de las figuras más representativas del activismo político en su profesión y nunca ha desligado una cosa de la otra. Militante del PCE desde que era clandestino, fue cabeza de la huelga de actores de 1975.
¿Cómo recibe el premio Abogados de Atocha?
Lo recibo con mucha alegría y me siento orgulloso de que sea un sindicato el que me lo concede. Curiosamente recuerdo que en los años 50, nosotros ya hacíamos comisiones para reivindicar nuestros derechos. Ese fue el pequeño embrión para la huelga de actores que se celebró en 1975, año en el que todavía no existía Comisiones Obreras.
¿Qué significa para usted entrar a formar parte de estos galardones?
Lo importante no es ser. Lo importante es que exista este premio y que siga siendo un símbolo para tantas personas que fueron represaliadas. Y en esta profesión ha habido muchos. Recibirlo de CCOO, que es el sindicato de la solidaridad, del compromiso y de la lucha, es una satisfacción.
Para usted, ¿qué es más importante, el silencio o la palabra?
El silencio, casi siempre en las luchas políticas significa asentimiento. En la pelea política, y en general, lo importante es la palabra porque también callan los animales. El mundo está hecho de palabras. Uno está hecho de palabras. ¡Que va a ser más importante! El silencio o de lo que estamos hechos. Con la palabra podemos comunicar ideas y hacer un mundo distinto. Muchas barbaridades que se han cometido en el mundo, no se hubieran producido si hubiésemos hablado.
¿Sigue sintiendo rabia por las injusticias?
No me cogen de sorpresa. Se que van a venir. Me cago en la p... Es una herencia que cuando ocurre todos decimos: «lo sabía, lo sabía». Y me cabreo. Pero las injusticias son la vida y la vida es eso. Un mundo muy desigual e injusto.
Tras décadas haciendo teatro, cine y televisión, ¿cree que le queda algún personaje por interpretar?
Cada personaje es un mundo. Por ejemplo, dentro de la clase social a la que pertenece el marquesito (se refiere al señorito Iván de los Santos Inocentes), seguramente en otra región hubiera sido otro personaje, con las mismas ideas y con otro pensamiento. Eso es lo divertido de nuestra profesión. Que va a la esencia porque tiene palabra y genera ideas. Creo que habrán quedado muchos personajes del gran teatro. Don Juan Tenorio, Hamlet... Pero luego los haces y piensas: ¿Y por qué son piedras angulares? ¿Y qué pasa con todos los demás? Me gustaría hacer lo que venga, si va a servir para algo. En la vida uno tiene que decir: que viene, para adelante. Siempre pa lante.
Se ha metido en la piel de tantos personajes que ahora solo le queda hacer un musical
No me gustan los musicales. A mí eso de que estamos aquí sentados y te dicen. Ya está. Ya salió el sol. (Levanta la voz para enfatizar). Pues, claro que no tengo duda. El musical es la hostia. Eso es una tontería muy grande.
Momento histórico
Usted es uno de los grandes actores cuyo compromiso ha quedado demostrado por su militancia política. ¿Cómo ve a la izquierda?
Pues muy bien. Estamos viviendo un hecho histórico, el país está dirigido por un gobierno (entre comillas) de izquierdas. Para la oposición más cerril son comunistas, socialistas, hijos de p... Pero bueno, es un gobierno que va a repartir mejor las riquezas. Eso es importantísimo y que intente solucionar los problemas que tiene este país. Tenemos dos millones de personas que lo pasan muy mal. Hay cientos y cientos de niños que no tienen vacaciones y que viven en condiciones precarias. Hay muchos sin techo y esto no lo merecemos. España es una de las cinco economías más importantes de Europa que genera mucha riqueza. Hay que repartirla.
¿Y cómo ve la llegada de Vox a las instituciones?
Seguro que ellos van a solucionar nuestros problemas. La irrupción de Vox no es tal. Estaban ahí. El chico ese, Santiago Abascal, estaba en el Gobierno de la Comunidad de Madrid con Esperanza Aguirre.
Usted fue uno de los promotores del primer movimiento de actores que reclamaba una serie de mejoras para este colectivo. ¿Cómo recuerda esos años?
Fue un movimiento muy reivindicativo. Nos unimos para pedir un día de descanso. Y lo conseguimos. Ese fue el germen de la huelga de actores del 75.
—¿Cree que hay cierto conformismo en este gremio?
Quién dice eso?, ¿quién dice que hay conformismo? Dices que hay silencio... Pues claro. Es que te despiden y toman represalias. Te machacan. Ha habido muchos cambios con los convenios del sector. Antes los hacían las empresas. Ahora estamos completamente vigilados. No hay puestos de trabajo. El 80% de esta profesión no vive de este oficio. Vive de otro trabajo paralelo y tienen que mantener una familia. Espero que haya un cambio. De vez en cuando hay conatos. Pero deseo que tengamos categoría, como ocurre en países como Francia y en los demás países, para seguir reivindicando nuestros propios derechos.
Y en sus nostalgias andaluzas, ¿qué es lo que más echa de menos?
Tengo que confesar que echo de menos a la familia. Es verdad. El resto, el flamenco, la cocina y los bailes están en todas partes.
¿Qué recuerdos tiene de Toledo?
A esta ciudad vine por primera vez en los años 60 y es un lugar que me gusta mucho. Me interesa el Casco Histórico y conocer las culturas que vivieron aquí. Esto me sigue interesando. Es una ciudad que está hecha para albergar esa historia y la de las culturas que vivieron en Toledo. Además, he rodado en la capital regional de Castilla-La Mancha muchas películas. Recuerdo, por ejemplo, el rodaje del «Rey Pasmado» y de «La noche oscura», de Carlos Saura. Las localizaciones eran lugares con encanto y llenos de historia.
¿Cuándo le vamos a volver a ver en los escenarios? Porque no ha vuelto desde que representó «La lengua madre», Juan José Millas, ¿verdad?
Mire, me ha recordado que con esa obra gané un premio que se quedó Paco Plaza. A él le gusta quedarse siempre con lo mío. Fue una pieza de teatro que estrenamos en Toledo.
Es usted padrino de Estrella Morente, ¿ha hecho alguna colaboración con la cantante?
Colaboraba más con Enrique Morente. Con mi ahijada recité unos versos que había escrito Luis García Montero sobre la copla. Con Enrique hice la «Misa flamenca». Pero con él sobre todo matábamos la noche recitando poesía. Fueron unos momentos inolvidables.
Finalmente, ¿en qué proyecto está trabajando actualmente?
Estoy rodando una película que se llama «Cover», dirigida por Secun de la Rosa. Cuenta con un elenco espectacular, encabezado por Carmen Machi.