Lleno absoluto en el Rojas para recibir a «El Brujo» con «Odisea» y «El Lazarillo de Tormes»
El actor estará tres días sobre el escenario con estas dos obras
El Teatro de Rojas se viste de gala para acoger este viernes, a las 20 horas, la obra «La Odisea» , un montaje incluido dentro del ciclo de Teatro Clásico y que nos devuelve a Toledo a Rafael Álvarez «El Brujo» , un artista que cada vez que llega hasta la Ciudad Imperial consigue llenar el auditorio. Y no es de extrañar por el «duende» y las «magníficas interpretaciones» que realiza «El Brujo» y que consiguen acaparar la atención del público que a fecha de hoy ha conseguido que las entradas están agotadas. En el caso de «El Lazarillo de Tormes» , los toledanos la podrán ver este sábado, a las 20.00 horas y el domingo, a las 19.00 horas.
«La Odisea» es un proyecto que se integra en una línea de trabajo sostenida durante años siguiendo el estilo propio del «actor solista», y sigue el impulso de espectáculos como «El Lazarillo de Tormes», «El Quijote » o «El Evangelio de San Juan» . Sobre la base de un referente clásico de amplia difusión cultural se ofrece al público toledano una lectura renovada de los mismos motivos antiguos, tratando de extraer los valores contenidos en ellos, en una época en la que la información, a veces, menoscaba el sentido y la orientación final del conocimiento.
Como siempre estas preocupaciones laten debajo de un esquema sencillo que hace del espectáculo directo, vivo, popular y en un constante manejo del humor como hilo conductor del relato. «La Odisea» incorpora la música en vivo con instrumentos tradicionales antiguos que remiten al contexto musical de Oriente, Turquía, Bizancio y la India.
Repasar a Tormes
En cuento a una de las grandes novelas de la literatura española «El Lazarillo de Tormes», es una adaptación del desaparecido actor y director, Fernando Fernán Gómez, que se sube al escenario del coliseo toledano el sábado, a las 20.00 horas, y el domingo, a las 19.00 horas. Con esta pieza, Rafael Álvarez vuelve a recuperar a este personaje, del que ha llegado a afirmar que «jamás abandoré al Lazarillo», porque «cada vez que lo represento disfruto especialmente. Nunca he dejado de conectar con el público de una manera especial. La satisfacción del gozo no se puede fingir y yo disfruto de veras con esta obra».
Tras haberlo representado durante muchos años, «El Brujo» recupera esta pieza fundamental en su trayectoria profesional, consiguiendo imprimir nuevamente el sello de su carácter actoral. «El lazarillo de Tormes» afronta un problema universal: la ambición y el poder . Es como una matáfora que todo el mundo entiende, es un mundo, un pozo de vida y significados que te conducen.
El montaje nace en una época de enormes desequilibrios entre el mundo oficial de la Corte y el real, de hambre. Y antes, al igual que ahora, no se puede ser feliz en un mundo desgraciado, porque las vidas maltratadas tienen que ver con la tuya. Será una buena oportunidad para volver a ver a «El Brujo» con esta pieza teatral que ha conseguido deleitarnos, conmover y divertir al auditorio recreando a uno de los grandes pícaros de la literatura universal.