«Este helicóptero es uno de los mejores del mundo»

Un aparato Bo 105 se expone, de manera permanente, en el Museo del Ejército

Acto institucional con motivo de la exposición del aparato Luna Revenga

MANUEL MORENO

José Antonio Borrego tenía la graduación de capitán cuando pilotó un helicóptero Bo 105 desde una base militar alemana en Lübeck hasta Colmenar Viejo (Madrid). Eran las Navidades de 1981 o de 1982, no lo recuerda bien. Luego, Alemania vendió este modelo de helicópteros a España y comenzaron a montarlos en Construcciones Aeronáuticas (CASA) en Getafe, lo que es Airbus actualmente. Desde ayer, uno de esos aparatos se expone de manera permanente en el Museo del Ejército , en una terraza del Alcázar de Toledo.

« Es uno de los mejores helicópteros del mundo, desde el punto de vista de la maniobrabilidad , exceptuando las últimas generaciones. Permite hacer unos picados de más de noventa grados e incluso loopings, aunque depende de la pericia del piloto». Borrego, ahora coronel retirado, habla desde la experiencia. «Después de un curso en Alemania, estuve como piloto de pruebas en la cadena de montaje de esos helicópteros en Getafe, donde se montó este aparato». Se refiere a la aeronave que tiene a su espalda, un Bo 105 de 1983, que desde este viernes luce, al aire libre, en el Museo del Ejército.

Tres días de trabajo han necesitado para montar este helicóptero en la explanada este del Alcázar, sede del museo desde 2010. Al aparato, procedente de la base de helicópteros de Almagro Bhela 1, le tuvieron que dar antes una mano de chapa y pintura para «ponerlo guapo» y quedar como nuevo. « Yo creo que tiene pocos años y pocas horas de vuelo, unas 2.000, para estar en un museo . Seguro que después de un ‘overhaul’ —servicio de mantenimiento—, podría volver a volar», opina el coronel Borrego.

Sin embargo, el sitio de esta aeronave para los próximos años estará sobre una peana junto a otros vehículos del Ejército expuestos en la explanada este.

El director del Instituto de Historia y Cultura Militar, el general de división José Carlos de la Fuente Chacón , descubrió la placa que da fe del regalo al museo por parte de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (Famet), que cumplen medio siglo de existencia (1966-2016). Su jefe, el general de brigada Fernando García Blázquez , aseguró que es el «pequeño grano de arena» con el que quieren contribuir a la historia oficial del Ejército.

«Cuando uno está en zonas de operaciones y oye las palas [del helicóptero], se siente fracamente mejor, sobre todo cuando están disparando», recordó De la Fuente. «Ahí, sentando, he estado muchas horas de vuelo», apostilló García Blázquez mirando hacia el aparato, que «lo han dejado muy bonito, porque antes estaba más viejo».

Un regalo con vistas

El director del museo, el general de brigada Juan Valentín-Gamazo de Cárdenas , aprovechó el 50 aniversario de las Famet para rendir un homenaje a los militares de esta unidad, que en algunos casos «pagaron su tributo» en Afganistán o en Bosnia.

Su lema, «Sicut in coelo et in terra» (así en el cielo como en la tierra), quedó al descubierto después de que el general De la Fuente recorriese la bandera de España que pendía sobre el lateral derecho del helicóptero. Un obsequio de las Famet que se alza sobre una tarima con vistas al río Tajo y a la Academia de Infantería.

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